Al Jazeera, la Censura como Arma de Israel

El fin de semana, el gobierno de Israel ordenó el cese de las transmisiones de la cadena televisiva qatarí, Al Jazeera, bajo el argumento de que “incita y colabora con Hamas”, el grupo terrorista que Netanyahu ha utilizado como justificación para cometer todo tipo de excesos y de represiones dignos de una tiranía.

“El gobierno decidió por unanimidad que el canal incitador Al Jazeera será cerrado en Israel”, afirmó Netanyahu en su cuenta de X, mientras que el ministro de Comunicaciones, Shlomo Karshi, justificó la censura para “poner fin a la máquina de incitación bien aceitada dela televisora”.

El cierre de las transmisiones de Al Jazeera es un verdadero despropósito porque en tiempos de comunicación digital y de comunicación multinacional, censurar a un medio como la televisora de Qatar, sólo acreditará más la necesidad de tener una versión diferente, desde el punto de vista árabe, del terrible genocidio que está cometiendo el gobierno de Israel en la franja de Gaza.

Esta medida se suma a las cifras tremendas de crímenes cometidos contra periodistas, camarógrafos, fotógrafos y comunicadores en general ocurridos en Gaza desde la pesadilla ocurrida el 7 de octubre de 2023. Reporteros sin Fronteras ha denunciado que 105 periodistas han sido “acallados” en Gaza. El Comité de Protección a Periodistas registra 97 reporteros fallecidos en la franja de Gaza. Ambas organizaciones consideran esta guerra brutal como “el periodo más mortífero” para periodistas en los últimos 30 años.

Al Jazeera fue fundada en 1996 por el gobierno de Qatar hasta convertirse en el principal noticiero del mundo árabe, en un formato muy similar al de grandes cadenas de noticias como las norteamericanas CNN o Fox News o la británica pública BBC, con una audiencia superior a los 270 millones de personas y presencia en prácticamente todos los países. Surgió al cierre de la emisora de la BBC por presiones de Arabia Saudita. El emir de Qatar, Hamad bin Khalifa, les otorgó un préstamo de 137 millones de dólares para sus primeros cinco años de vida.

Se transformó en una referencia internacional a raíz de los atentados de 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York. Las versiones de Al Qaeda y de Osama bin Laden se conocieron a tra´ves de Al Jazeera. Esto provocó que Washington, como ahora lo hace Tel Aviv, acusara a la cadena de ser “vocera del terrorismo islámico”. Durante la segunda gran intervención de Estados Unidos en Irak, en 2003, Al Jazeera fue vetada en varias ocasiones. Desde un principio, los periodistas de esta cadena demostraron las patrañas en torno a la invasión a Irak, ya que su régimen estuvo al margen de los atentados de 2001 y no poseía armas químicas. En 2001 y 2003 las oficinas de Al Jazeera fueron bombardeadas en Kabul y en Bagdad, respectivamente, de manera “accidental”. En noviembre de 2005, un reportaje del diario británico Daily Mirror reveló que el primer ministro inglés Tony Blair intentó persuadir al presidente norteamericano George W. Bush para que no bombardeara las oficinas de Al Jazeera en Qatar, país donde existen bases militares norteamericanas.

En estos años esta televisora que inició con 6 horas diarias de transmisión se convirtió en un poderoso conglomerado de televisión restringida, noticias, deportes y también con señales de radio en árabe, español, inglés, chino, ruso y serbocroata, Al Jazeera no sólo ha sido incómoda para las potencias occidentales sino también para los propios regímenes árabes. Su señal ha sido vetada a lo largo de su historia en Jordania, Siria, Kuwait, Arabia Saudita y Argelia, así que Israel se suma, paradójicamente, a regímenes intolerantes con la libertad de expresión.

A pesar de las polémicas generadas por sus reportajes, sus transmisiones en vivo y sin censura sobre las protestas en el mismo mundo árabe (sobre todo, en Tunez, Egipto, Libia y Siria entre 2010 y 2012), Al Jazeera es un referente para millones de habitantes del mundo árabe y de todo el mundo. Su existencia representa el elemental derecho de las audiencias a tener la otra versión periodística  de los hechos.

La causa palestina es una de las razones principales de la fundación y el prestigio de la cadena televisiva. En su reciente comunicado Al Jazeera afirmó que tras la “continua represión de Israel hacia la prensa libre, que se considera un intento de ocultar sus acciones en la franja de Gaza”, la cadena televisiva afirmó que “no disuadirán a Al Jazeera de su compromiso de cobertura, mientras más de 140 periodistas palestinos han sido asesinados desde el comienzo de la guerra en Gaza”.

La censura como un arma de esta guerra interminable de ocupación y de exterminio difícilmente harán que la versión de Israel se imponga. Mientras más voces callan, más protestas y animadversión a la cruzada criminal de Netanyahu se registran en todo el mundo.

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