Autoridades de Japón confirmaron la suma de 94 muertos, más de 400 heridos graves y leves, y 222 personas desaparecidas a más de 72 horas del terremoto de magnitud 7.6 grados que azotó al país la tarde del 1 de enero del 2024.
De manera preliminar, las autoridades de la prefectura de Ishikawa, lugar donde se originó el movimiento telúrico y la más afectada del país, calculan alrededor de 200 construcciones colapsadas. Por lo que cerca de 34 mil personas permanecen en 370 centros de evacuación repartidos en la región.
Como consecuencia del terremoto, hasta el 5 de enero aún hay 27 mil hogares sin energía eléctrica, así como 68 mil hogares sin servicio de agua potable. Las afectaciones en carreteras han dejado sin acceso a varios municipios de la región, lo que mantiene incomunicadas a aproximadamente 750 personas.
El gobernador de la prefectura de Ishikawa, Hiroshi Hase, expresó su preocupación y apoyo para atender a las comunidades aisladas por el terremoto, y reconoció las complicaciones que tienen los cuerpos de apoyo para lograr acceder a estas zonas.
"Estamos haciendo todo lo posible para llevar a cabo operaciones de rescate en los pueblos aislados (...). Sin embargo, la realidad es que su aislamiento no se ha resuelto tanto como nos gustaría", declaró.
El funcionario también anunció que hará uso de 4 mil millones de yenes provenientes de los fondos de emergencia para incrementar la ayuda en la prefectura de Ishikawa, razón por la que se pudo duplicar los elementos de las Fuerzas de Auto Defensa para las operaciones de rescate.
Para atender esta emergencia se han desplegado hasta el momento cerca de mil 100 miembros de la Agencia Nacional de Policía (NPA), así como casi 5 mil elementos de las Fuerzas de Auto Defensa.
De igual forma, la Guardia Costera de Japón también realiza maniobras de búsqueda en las costas de la península en caso de que alguna persona hubiera sido arrastrada por la subida de la marea provocada por el terremoto.
Las autoridades locales alertaron a la población que se esperan réplicas dentro de lo que resta de esta semana y la siguiente.
Esto complicaría las labores de búsqueda y rescate, ya que también se pronosticaron lluvias y nevadas para los próximos días en esta región.
El ministro de Japón, Fumio Kishida, declaró el 4 de enero que “la situación es terriblemente desafiante, pero hasta que no pasen esas 72 horas cruciales para salvar vidas, haremos todo lo posible para salvar y rescatar a la mayor cantidad posible de personas con todo lo que tenemos sobre el terreno”.
La esperanza de encontrar sobrevivientes transcurridas 72 horas de la catástrofe es mínima, sin embargo, los cuerpos de rescate continúan en la búsqueda de personas entre los escombros.