La Sala de Comparecencias del Senado de la República llevará, a partir de este 10 de diciembre, el nombre de “Elena Poniatowska Amor”, en homenaje a una de las figuras centrales de la literatura mexicana. Durante la Ceremonia Solemne, legisladores, escritores y familiares de la autora acudieron al recinto de Paseo de la Reforma para reconocer su trayectoria y su contribución al país.
La presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo Juárez, destacó que este nombramiento es un acto de justicia social para una escritora que ha dado voz a sectores históricamente marginados mediante la crónica, la entrevista, la novela y la recopilación de testimonios. Subrayó que, a partir de ahora, quienes comparezcan en este espacio lo harán recordando que “las palabras tienen peso y escuchar es una responsabilidad pública”.
Castillo Juárez señaló que la trayectoria de Poniatowska es un ejemplo de integridad y congruencia, pues ha retratado la realidad nacional desde las historias de trabajadores, estudiantes, víctimas de represiones, mujeres que lucharon por sus derechos y comunidades que pocas veces encontraban espacio en los relatos oficiales. Afirmó que este reconocimiento también forma parte de un momento histórico impulsado por mujeres que han abierto camino en la vida democrática y cultural del país.
Beatriz Mojica Morga, presidenta de la Comisión de Cultura, resaltó que las obras de Poniatowska “no son sólo libros, sino ventanas hacia vidas que quedaron en la memoria colectiva” gracias a su escritura. Destacó que su estilo demuestra que escribir es también un acto de cuidado que ayuda a sanar heridas y a entender la verdad desde la voz de quienes la narran.
Al tomar la palabra, Elena Poniatowska afirmó que este reconocimiento condensa una vida de 93 años vivida “muy feliz y agradecida” acompañando a luchadores sociales como ferrocarrileros, costureras y periodistas. Recordó su llegada a México, país del que se convirtió en ciudadana en los años 60, y mencionó la importancia de su compañero de vida, Guillermo Haro, fundador de la astronomía mexicana.
La autora expresó su admiración por figuras como Demetrio Vallejo, Marta Lamas y Rosario Ibarra de Piedra, y recordó a sus padres, María Dolores Amor y Jean Poniatowski, como defensores de la libertad. Durante el evento, la poeta y académica Gela Manzano leyó un fragmento de Querido Diego, Te Abraza Quiela, una de las obras más emblemáticas de Poniatowska.
Tras la ceremonia, la senadora Castillo Juárez acompañó a la escritora en la develación de la placa que oficializa el nuevo nombre de la Sala de Comparecencias. En el acto estuvieron presentes su hijo Felipe Haro Poniatowska; sus nietos Tomás Haro, Cristóbal Hagerman y Lucas Hagerman; así como diputadas, funcionarios de la Secretaría de Cultura y reconocidas escritoras.