Las elecciones nacionales celebradas este domingo 27 de octubre en Uruguay vislumbran que la Presidencia no se decidirá en una sola vuelta. Las primeras proyecciones indican que ninguno de los candidatos logró la mayoría necesaria para hacerse con la victoria en la primera ronda, lo que conlleva a una segunda vuelta programada para el 24 de noviembre.
Apenas una hora después del cierre de las urnas, la Corte Electoral de Uruguay reportaba el 3% de los votos escrutados. Sin embargo, medios locales y encuestadoras ya confirmaban la inminente segunda vuelta entre los candidatos más destacados: Yamandú Orsi, del Frente Amplio, y Álvaro Delgado, del gobernante Partido Nacional.
Yamandú Orsi, quien se presenta como el candidato del Frente Amplio y es considerado el delfín del expresidente José Mujica, obtuvo alrededor del 44% de los votos, de acuerdo con diversas proyecciones. Su candidatura representa la continuidad de las políticas de izquierda en un contexto donde la polarización política ha marcado la agenda nacional.
Por su parte, Álvaro Delgado, representante del Partido Nacional y actual partido en el poder, se posiciona en un segundo lugar con aproximadamente el 27% de los votos. Su partido, de centroderecha, ha intentado consolidar su base en un contexto económico complicado y se enfrenta ahora a la tarea de unir fuerzas en la segunda vuelta.
El tercer lugar en esta contienda lo ocupa Andrés Ojeda, del Partido Colorado, quien con un 15% de los votos se encuentra en una posición menos favorable. A pesar de formar parte de la actual coalición de gobierno, se espera que su partido brinde apoyo a Delgado en la lucha por la presidencia.
El ambiente de la jornada electoral tuvo un alto nivel de participación que se estima en el 89% de los aproximadamente 2.7 millones de ciudadanos habilitados para votar. En Uruguay, las elecciones presidenciales y parlamentarias son obligatorias, lo que contribuye a esta alta participación.
Para ganar en la primera vuelta, un candidato debe recibir más del 50% de los votos. Dado que esta cifra no fue alcanzada por ninguno de los candidatos, se abre la puerta a una segunda oportunidad donde el voto de la ciudadanía será crucial.
Además de las elecciones presidenciales, este domingo se votaron también dos plebiscitos. Uno de ellos buscaba reformar el sistema de seguridad social, mientras que el otro proponía habilitar allanamientos nocturnos. Las proyecciones indican que ambos plebiscitos no lograrán los votos necesarios para su aprobación, y los impulsores de las reformas ya han reconocido los resultados adversos.
Con la segunda vuelta a la vista, tanto Orsi como Delgado deberán afinar sus estrategias para captar los votos de los ciudadanos que optaron por otros candidatos en la primera ronda.
La próxima semana se anticipan intensas campañas electorales que definirán no solo el futuro presidencial, sino también el rumbo de las políticas públicas en Uruguay.