El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció que comenzaría a quedarse sin fondos empezando junio y podría tener consecuencias graves para Estados Unidos y para la economía mundial, por lo que solicitaron al Congreso que se eleve el techo de deuda.
De no elevar el techo de deuda y quedarse sin fondos el país se quedaría sin capacidad de pagar la deuda y para esto hay tres posibilidades: impagos breves, incumplimientos prolongados e incumplimientos graves.
En general, las consecuencias de la falta de fondos que podría haber dentro de Estados Unidos se refieren a los retrasos en pagos para trabajadores del sector público. Además los subsidios en el sector médico para estadounidenses mayores y vulnerables también podría verse afectado.
En términos económicos los asesores de Joe Biden advirtieron que un incumplimiento breve en el pago de la deuda podría costarle 500 mil empleos estadounidenses o una caída del seis por ciento del PIB en el caso de un incumplimiento prolongado.
En caso de un incumplimiento grave podría provocar una fuerte caída del dólar y en consecuencia habría fluctuaciones caóticas en los tipos de cambio y se dispararían los precios del petróleo y otras materias.
El encargado de autorizar que se eleve el techo de deuda es el Congreso estadounidense, sin embargo este tema ha sido motivo de disputa entre demócratas y republicanos. Por un lado, los republicanos se niegan a aumentar el techo de la deuda sin grandes recortes presupuestarios.
En respuesta, Biden sostiene que el techo de deuda debe elevarse sin condiciones y la discusión de los recortes presupuestarios tratarla como un tema independiente.
El presidente de Estados Unidos pretende que los republicanos se comprometan públicamente a que el país no incumplirá los pagos para que continúen siendo un país con capacidad de deuda.