Ofrece Emmanuel Macron 100 días para calmar la furia social por la reforma a la ley de pensiones

Tras la promulgación de la reforma al sistema de pensiones, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se dirigió a la población a través de un comunicado en televisión donde informó que dará 100 días a su Gobierno para actuar "al servicio de Francia", con el objetivo de volver a conectar con los franceses.

El presidente francés dio un plazo de 100 días para sanar el país tras múltiples semanas de protestas y enfado de la sociedad, provocado por su impopular plan de aumentar la edad de jubilación; por lo que pidió a su Gobierno que inicie conversaciones con los sindicatos sobre un amplio abanico de temas.

En el discurso televisado dos días después de firmar los planes para aumentar la edad de jubilación en Francia, el cual consiste en pasar de los 62 hasta los 64 años para acceder a una jubilación completa, Macron dijo que quería que su primera ministra, Élisabeth Borne, propusiera medidas sobre las condiciones de trabajo, la ley y el orden y cuestiones de educación y salud.

Este lunes 17 de abril, Emmanuel Macron afirmó que la reforma de las pensiones "era necesaria" para evitar la acumulación del déficit, aunque reconoció que no puede ignorar la "ira" de los manifestantes.

"El 14 de julio, debemos ser capaces de hacer balance", dijo Macron, refiriéndose al Día de la Bastilla, día considerado como fiesta nacional de Francia, el cual a menudo es un hito en la política francesa. “Tenemos por delante 100 días de apaciguamiento, unidad, ambición y acción para Francia", señaló el mandatario.

El presidente francés explicó que obviamente no se acepta esta reforma, ya que “a pesar de meses de conversaciones, no se encontró consenso, y lo lamento. Debemos sacar todas las lecciones de ello".

A lo largo de su discurso, el presidente de Francia destacó varios puntos en esta reforma al sistema de pensiones, los cuales repasamos a continuación:

-El mandatario francés dijo que la reforma de las pensiones era "necesaria", por lo que aseguró que escuchó la "rabia" de los franceses y lamentó que la reforma no fuera "aceptada", pero también que "no se haya podido encontrar un consenso".

-Macron aclaró que “la respuesta no puede estar ni en la inmovilidad ni en el extremismo", por lo que advirtió que quiere "construir un nuevo pacto por la vida en el trabajo" y asegurando que "la puerta estará siempre abierta a los sindicatos".

-Para el ejecutivo "este nuevo pacto "será" construido en las próximas semanas y meses a través del diálogo social" entre sindicatos y organizaciones empresariales.

-Se informó que las negociaciones se centrarán en la necesidad de "mejorar los ingresos de los empleados", "avanzar en las carreras", "repartir mejor la riqueza", "mejorar las condiciones laborales", "encontrar soluciones al desgaste profesional" o incluso, "ayudar a la reconversión".

-“Tenemos ante nosotros 100 días de apaciguamiento, unidad, ambición y acción al servicio de Francia”, declaró Emmanuel Macron, dando cita el 14 de julio, para “hacer un primer balance”.

-El jefe de Estado indicó que la Primera Ministra Elisabeth Borne detallaría su hoja de ruta “a partir de la próxima semana”. "Es nuestro deber y confío en usted, confío en nosotros para que esto suceda".

El jefe del mayor sindicato de Francia, Laurent Berger, de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, indicó, inmediatamente después del discurso de Macron, que el discurso del presidente había sido totalmente vacío y no había abordado la ira que hay en el país.

Macron invitó a los sindicatos a una reunión el martes próximo “cualquiera que fuese la decisión del Consejo Constitucional”, dijo su oficina. Recordemos que el presidente no aceptó un pedido de reunión con los sindicatos el mes pasado. 

Por su parte las organizaciones obreras han realizado 12 protestas masivas nacionales desde enero hasta la fecha. Este lunes más de 370 caceroladas se hicieron presentes como respuesta al discurso del presidente francés, Emmanuel Macron.

Estas caceroladas se repitieron en los estados de Toulouse, Rennes, Amiens, Limoges o Marsella y fueron celebrados a la misma hora a la que Macron comparecía en las pantallas francesas. En Dijon la concentración no estaba autorizada y la Policía ha empleado gases lacrimógenos para dispersar a los asistentes.

Más tarde, ya por la noche, hubo disturbios en Lyon, donde los manifestantes utilizaron pirotecnia contra la Policía. En Rennes la Policía usó cañones de agua y gas lacrimógeno contra los manifestantes. También se han producido protestas en Burdeos, Angers, Nantes o Rennes, donde se han contabilizado un millar de manifestantes, según el medio 'Le Figaro.