• SPR Informa
  • SPR Informa
  • SPR Informa
  • SPR Informa
  • SPR Informa
  • https://www.sprinforma.mx/noticia/dos-rutas-frente-al-atomo-el-legado-de-tlatelolco-ante-el-regreso-de-la-carrera-nuclear
  • 30 Oct 2025
  • 21:10
  • SPR Informa 6 min

Dos rutas frente al átomo: el legado de Tlatelolco ante el regreso de la carrera nuclear

El anuncio del presidente Donald Trump sobre la reactivación de los ensayos nucleares en Estados Unidos encendió las alarmas de la comunidad internacional. La orden, dirigida al Departamento de Defensa, marca un quiebre con tres décadas de contención nuclear y coincide con dos mensajes de fuerza en el tablero global: la reciente prueba del misil ruso Burevestnik y el desfile militar en Pekín, donde China presumió su arsenal estratégico.

El giro estadounidense revive una lógica que parecía superada desde el fin de la Guerra Fría y contrasta con una de las apuestas diplomáticas más sólidas nacidas en América Latina: el Tratado de Tlatelolco, acuerdo que desde 1967 convirtió a la región en la primera zona habitada del planeta libre de armas nucleares.

Ex canciller Alfonso García Robles firmando el Tratado de Tlatelolco.

El camino de la contención: Tlatelolco y la diplomacia latinoamericana

Firmado el 14 de febrero de 1967 en la Ciudad de México, el Tratado de Tlatelolco —formalmente “Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe”— representó un hito en la historia de la no proliferación. Su espíritu fue claro: impedir que el territorio latinoamericano sirviera de campo de pruebas o despliegue para armas nucleares, y garantizar que toda actividad nuclear tuviera fines exclusivamente pacíficos.

Impulsado por el diplomático mexicano Alfonso García Robles, quien más tarde recibiría el Premio Nobel de la Paz por su labor, el tratado dio origen a la Organización para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (OPANAL), con sede en la Ciudad de México.

El acuerdo estableció inspecciones, compromisos de transparencia y protocolos adicionales firmados por potencias nucleares, con el fin de blindar la región. En plena Guerra Fría, América Latina optó por la diplomacia preventiva y construyó, desde el sur, un paradigma alternativo: el de la seguridad compartida sin disuasión atómica.

Más de medio siglo después, el Tratado de Tlatelolco sigue vigente y es uno de los pilares más duraderos del derecho internacional sobre desarme regional. En la práctica, más de 600 millones de personas viven bajo su protección.

Imagen en blanco y negro de un grupo de personas en una sala

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

En contraste, de concretarse la orden del republicano, sería el primer test nuclear estadounidense desde 1992. Este anuncio llegó apenas días después de que Moscú reportara una nueva prueba del misil de crucero nuclear Burevestnik, y de que Pekín realizara un imponente desfile militar donde exhibió su capacidad de ataque hipersónico.

La decisión de Washington fue condenada por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO), que advirtió que cualquier detonación nuclear “sería perjudicial para la paz y la seguridad globales”.

Asimismo, especialistas alertaron que la reanudación de pruebas podría detonar una nueva etapa de competencia nuclear abierta, similar a la de los años sesenta, con implicaciones geopolíticas y ambientales de gran alcance.

En el texto “Los ensayos nucleares cuentan historias de dolor y devastación”, publicado por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en 2018, el diplomático puntualizó que “las devastadoras consecuencias, que las fronteras internacionales no restringen, han afectado al medio ambiente, la salud, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico”.