Las principales ciudades de Estados Unidos se están hundiendo a distintos ritmos debido a la extracción masiva de agua subterránea, sumada a procesos geológicos naturales y el peso de la infraestructura urbana, según un estudio publicado el 9 de mayo por la Columbia Climate School.
El análisis, que abarcó a las 28 ciudades más pobladas del país, señala que en 25 de ellas, al menos dos tercios de su superficie presentan hundimientos, un fenómeno que afecta tanto a urbes costeras como del interior. De acuerdo con el estudio, aproximadamente 34 millones de personas viven en zonas afectadas por este hundimiento.
Los investigadores utilizaron imágenes satelitales de alta resolución y datos sobre la extracción de agua para identificar variaciones en la elevación del terreno. En muchas ciudades se detectaron movimientos irregulares: algunas zonas se hunden mientras otras se elevan, lo que estaría generando tensiones estructurales peligrosas para edificios, puentes y otras infraestructuras.
La ciudad más afectada es Houston, Texas, seguida por Fort Worth y Dallas, también en ese estado. El informe destaca que en Texas, además del uso intensivo del agua subterránea, la extracción de petróleo y gas contribuye significativamente al fenómeno.
Otras ciudades con zonas de hundimiento son Nueva York, Las Vegas, Washington D.C. y San Francisco. En total, ocho ciudades concentran más del 60 % de la población afectada: Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Phoenix, Houston, Filadelfia, San Antonio y Dallas. Paralelamente estas mismas urbes han registrado más de 90 inundaciones significativas desde el año 2000, muy posiblemente agravadas por el descenso de la topografía.
El estudio concluye que la extracción de agua subterránea explica el 80 % de los hundimientos observados y alerta sobre la necesidad de implementar políticas más estrictas de gestión del recurso hídrico y planificación urbana para evitar mayores daños.