Activistas y sobrevivientes de la violencia armada de Estados Unidos y México se congregaron este viernes en el Monumento a la Revolución para participar en la Jornada Binacional por la Paz y la Justicia, con el objetivo de exigir al gobierno de Estados Unidos el cese al tráfico de armas y la construcción de una agenda conjunta para frenar la violencia.
La movilización, organizada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Presidencia de México, reunió a familiares de víctimas de violencia armada en entidades como Guanajuato, Jalisco, Tlaxcala, Michoacán y la Ciudad de México, así como a parientes de migrantes mexicanos agredidos en Estados Unidos y a familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
Desde Estados Unidos participaron activistas y víctimas de tiroteos masivos, entre ellos Kimberly Rubio, madre de un menor asesinado en el ataque en Uvalde, Texas; Lonnie y Sandy Phillips, padres de una joven fallecida en el tiroteo en un cine de Aurora, Colorado; John Lindsay-Poland, coordinador de Stop US Arms to Mexico; Po Murray, presidenta de Newtown Action Alliance, y Marco Castillo, codirector de Global Exchange.
“El mercado estadounidense de armas de fuego es enorme, permisivo y militarizado, y está generando crecientes oleadas de violencia en México. Estamos aquí para colaborar con los mexicanos para controlar ese mercado de armas”, expresó Lindsay-Poland.
La jornada incluyó diálogos sobre medidas para reducir el tráfico de armas, controlar su venta y distribución, y brindar atención integral a los sobrevivientes de la violencia armada, una de las principales causas de muerte tanto en México como en Estados Unidos.
Durante su visita, la delegación se reunirá con el canciller Juan Ramón de la Fuente, la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez, el senador Juan Carlos Loera de la Rosa, otros legisladores y representantes de la sociedad civil organizada, como la alianza Desarmando el Miedo.
Los asistentes demandaron acciones urgentes frente a lo que calificaron como una “violencia sin precedentes” en la región, causada en gran parte por el flujo ilegal de armas de fuego provenientes de Estados Unidos hacia México.