El peso mexicano logró recuperarse de su depreciación inicial en la apertura del pasado 14 de junio, luego de haber ganado más del 1.6% en la sesión previa, el peso se apreció marginalmente un 0.05%, cerrando en 18.4632 unidades por dólar.
Según el Banco de México, el tipo de cambio osciló entre un máximo de 18.5680 unidades y un mínimo de 18.3940.
Las preocupaciones se centran en las reformas constitucionales propuestas por Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, quien anunció una encuesta popular sobre las reformas electoral y al Poder Judicial para el fin de semana, con resultados esperados para el lunes, informó el área de análisis económico de Monex.
En el transcurso de la semana, la moneda mexicana acumuló una depreciación del 0.55%.
En paralelo, el índice DXY, que mide el desempeño del dólar frente a seis monedas internacionales, tuvo una operación mixta y concluyó con una depreciación marginal del 0.04%, ubicándose en 105.140 unidades, un nivel similar al registrado el primero de mayo.
Estos movimientos coinciden con las incertidumbres generadas por los resultados de las elecciones europeas, las proyecciones monetarias más restrictivas de la Reserva Federal y el temor a una guerra arancelaria con China, lo cual ha provocado una semana desfavorable para los mercados de renta variable.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cayó un 0.1% este viernes, cerrando en 52,222.94 unidades. En la semana presentó un retroceso del 1.42%, marcando su quinto descalabro consecutivo.
Wall Street cerró con resultados mixtos: el Nasdaq avanzó un 0.15%, alcanzando 17,693.43 puntos, su quinto récord consecutivo; el Dow Jones retrocedió un 0.15%, situándose en 38,589.16 puntos, mientras que el S&P 500 perdió un 0.04%, finalizando en 5,431.60 unidades.
Tanto el S&P 500 como el Nasdaq mostraron fuertes rendimientos semanales, impulsados por la estrategia de inteligencia artificial de Apple y el paquete de pagos de Elon Musk en Tesla. El S&P 500 subió un 1.5% esta semana, mientras que el Nasdaq ganó más del 3%. El S&P 500 cerró con récords durante cuatro días consecutivos y el Nasdaq durante cinco, gracias a la fortaleza del sector tecnológico.
Los precios del petróleo cerraron a la baja, en espera de señales favorables sobre la demanda y nuevos datos sobre la trayectoria de la inflación en Estados Unidos. El barril de Brent del mar del Norte para entrega en agosto disminuyó un 0.15%, terminando en 82.62 dólares. Por su parte, el West Texas Intermediate para entrega en julio cedió un 0.21%, cerrando en 78.45 dólares.