El Banco de México (BdeM) informó que la desigualdad de ingresos en el país disminuyó notablemente entre 2018 y 2022, periodo que coincide con el inicio de la administración actual. Este descenso se debe, en gran medida, al aumento en los ingresos reales de las personas en situación de pobreza extrema.
Para evaluar esta reducción, el BdeM utilizó el índice de Gini, donde un valor más alto indica mayor desigualdad. En 2018, el índice se situaba en 45.7 puntos, mientras que para 2022 bajó a 43.1 puntos. Este indicador destaca una mejora en la distribución de los ingresos en México.
Durante este periodo, en todas las regiones del país, el ingreso real promedio de las personas en extrema pobreza creció a un ritmo superior al del resto de la población, fenómeno conocido como "crecimiento propobre". Este incremento no solo redujo el porcentaje de personas en situación de pobreza, sino que también contribuyó a la disminución de la desigualdad de ingresos.
El Banco Central explicó que la disminución de la desigualdad a nivel nacional se debió a una reducción tanto en la disparidad dentro de las regiones como entre ellas. A nivel nacional, el índice de Gini mostró una disminución continua entre 2018 y 2022, siendo más pronunciada entre 2020 y 2022. Sin embargo, regionalmente, el sur del país presentó los niveles más altos de desigualdad al inicio del periodo analizado, seguido por el centro, el centro-norte y el norte.
El análisis también reveló que en todas las regiones del país, la desigualdad de ingresos está principalmente vinculada con el ingreso por trabajo subordinado, el cual constituye el 66.2% del total de las percepciones de los hogares en 2022. Las transferencias gubernamentales son la segunda fuente de ingresos más importante, aunque su contribución es considerablemente menor. Otras fuentes de ingreso tienen una incidencia relativamente pequeña en la desigualdad.
El BdeM subrayó que la reducción en la desigualdad de ingresos entre 2018 y 2022 se atribuye mayoritariamente al aumento en los ingresos por trabajo subordinado. Esta fuente de ingresos ha sido fundamental en todas las regiones para explicar el descenso en la diferencia de ingresos. En particular, la disminución fue más significativa en el sur del país, donde el crecimiento real de los ingresos por trabajo subordinado fue más marcado en los hogares de menores ingresos.
“El crecimiento propobre de los ingresos de los hogares durante el periodo 2018-2022 no solo redujo la pobreza extrema por ingresos, sino que también contribuyó a atenuar la desigualdad en todas las regiones. Esta disminución regional se explica por una caída en la contribución de los ingresos provenientes del trabajo subordinado a la desigualdad, especialmente en el sur y las regiones centrales, donde las remuneraciones crecieron a un mayor ritmo en los hogares de menores ingresos que en el resto de la población,” explicó el Banco de México.
Estos hallazgos subrayan la importancia de un crecimiento inclusivo que no solo incremente el ingreso promedio, sino que también beneficie a los segmentos con menores ingresos.