El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó el primer ataque con misiles de largo alcance de manufactura estadounidense, ATACMS, contra la región de Briansk sin reportarse daños significativos ni heridos, pero sí una posible escalada del conflicto. Este hecho se da luego que de Estados Unidos autorizara a Ucrania utilizar los misiles de largo alcance en el conflicto armado.
Tras este hecho, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto que amplía las posibilidades de usar armas nucleares contra un Estado no nuclear si este cuenta con el respaldo de potencias atómicas, confirmando así una respuesta del gobierno ruso que se vió materializada por el canciller Serguéi Lavrov, quien acusó que "el hecho de que se usaran misiles ATACMS en la provincia rusa de Briansk es una señal de que quieren una escalada".
Analistas internacionales han coincidido en que esta mayor intervención del gobierno estadounidense responde también a la presunta intromisión de fuerzas norcoreanas en el conflicto ruso – ucraniano, por lo que otros países también se sumaron a la autorización de Estados Unidos como Francia y Reino Unido, naciones que autorizaron a Ucrania el uso de su armamento de largo alcance.
La respuesta firmada por el presidente ruso estable que es el propio mandatario quien toma la decisión de utilizar las armas nucleares, además de indicar que una agresión contra Rusia por parte de un país que pertenezca a un bloque militar será considerada como una agresión de todo el bloque. Sin embargo, el documento también aclara que las bombas nucleares se utilizarán como forma de “disuasión nuclear” para “garantizar que los adversarios potenciales comprendan la inevitabilidad de las represalias en caso de agresión contra la Federación Rusa y/o sus aliados".
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev, explicó que la nueva doctrina nuclear aprobada por el presidente Vladimir Putin implica que los misiles de la OTAN lanzados contra territorio ruso podrían ser considerados un ataque del bloque entero, por lo que señaló que Rusia podría tomar represalias con armas de destrucción masiva contra Ucrania y las principales instalaciones de la OTAN, dondequiera que estén ubicadas, lo que “significaría una Tercera Guerra Mundial”.