Prisca Guadalupe Awiti Alcaraz, judoca mexicana, logró este 30 de julio algo nunca visto antes: se coronó como la primera mexicana en ganar una medalla en este deporte en toda la historia de los Juegos Olímpicos (JJOO).
De esta manera, Awiti no sólo pasó a la historia del deporte nacional, sino que también ganó la primera medalla de plata en la edición de los JJOO en París 2024. Fue en la categoría -63 kg, en la que se enfrentó a grandes rivales, como la principal favorita, la local Clarisse Agbenegnou, quien llegaba a estos Juegos como campeona en Tokio 2020, o su rival en la final, la eslovena Andreja Leski, subcampeona del mundo en 2023 y 2021.
Prisca Guadalupe Awiti nació en Londres en 1996, aunque su nombre ya da una pista de sus raíces mexicanas. Su padre es keniano, pero su madre nació en León, Guanajuato, sin embargo, Prisca viajó constantemente a México durante su infancia y adolescencia, lo que la marcó culturalmente.
Prisca empezó a practicar judo a los ocho años tras una discusión con su hermano, pues era él quien hacía judo. A ella le gustaba la gimnasia, hasta que un día discutieron cuál era el deporte más difícil y a raíz de esta conversación, decidió probar el judo.
Durante un tiempo, Prisca Awiti compaginó el judo con la gimnasia, hasta que después de realizar unas pruebas físicas le dijeron que a partir de los 12 años sería demasiado alta para seguir compitiendo al más alto nivel. Y el judo, que era su deporte secundario, se convirtió en su prioridad.
La atleta continúo entrando por años hasta que, pese a lesiones que la dejaron fuera del deporte por seis meses, logró clasificar entre las mejores y decidió buscar la clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024, pero sus buenos resultados le permitieron vivir el sueño olímpico cuatro años antes, en Tokio 2020, donde fue la única representante de México.