Por primera vez en México y América Latina se dictaminó una sentencia máxima para castigar la violencia ácida, luego de que se a más de 46 años de prisión a Efrén García, tras resultar culpable de un ataque con ácido contra la activista Carmen Sánchez.
El caso de Carmen Sánchez se convirtió en un precedente de justicia luego de que la jueza María de Jesús Cabrera del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México (Edomex) condenó a Efrén García a 46 años y 8 meses de cárcel por cometer feminicidio en grado de tentativa en contra de la activista el 20 de febrero 2014. Esta condena es más de lo que se pidió en la Fiscalía General de Justicia del Edomex, además, se determinó una reparación del daño por 3.9 millones de pesos.
García acudió al domicilio de la madre de Carmen, en el municipio de Ixtapaluca, donde ella se resguardaba junto con sus hijas tras ser violentada y amenazada por él durante 10 años. Cabe destacar que ya había interpuesto tres denuncias contra su expareja por violencia familiar, sustracción de menores y violación ante la Fiscalía, pero el proceso no avanzaba.
Luego del ataque, Sánchez estuvo hospitalizada por ocho meses y cuando salió del hospital, la Fiscalía de la entidad le informó que había perdido su carpeta de investigación. Sin embargo, Carmen nunca se rindió en su lucha y fue hasta el 6 de mayo del 2021 que Efrén fue detenido y vinculado por el delito de feminicidio en grado de tentativa, hasta que este 11 de mayo, pudo conseguir justicia y convertirse en un símbolo de la violencia ácida contra las mujeres en México.
Ante este logro, Carmen Sánchez agradeció a través de sus redes sociales a su asesora jurídica, Carolina Hernández, así como a sus hijas, a sus familiares y a otras activistas por el apoyo brindado para levantar la voz.