Areli Villalobos
Ciudad de México, 11 julio 2022.- Por más de 80 años, presidentes de México gastaron millones de recursos públicos sin dar cuenta a la Cámara de Diputados, ni ser fiscalizados por ninguna entidad de gobierno. Todo a partir de un esquema que estaba autorizado desde la Constitución Política a partir de la llamada “partida secreta”.
Se trataba de dinero que era etiquetado y autorizado cada sexenio por la Cámara de Diputados y del que podía hacer uso el presidente de la república en turno, sin límite alguno, por lo que también fue denominado como “caja negra” y más tarde considerado como “una herramienta de opacidad y corrupción”.
“El presidente, tenía una bolsa de dinero que podía hacer lo que quería, dársela a quien fuera o llevársela a su casa y nadie se podía meter en eso”
Pablo Gómez Álvarez
La figura de la “partida secreta” fue permitida desde 1917, cuando el Congreso incluyó el concepto en la fracción I del artículo 65. Para 1977, fue trasladado al artículo 74 de la siguiente manera:
“No podrá haber otras partidas secretas, fuera de las que se consideren necesarias, con ese carácter, en el mismo presupuesto; las que emplearán los secretarios por acuerdo escrito del Presidente de la República”.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 2018
La modificación fue incluida por Venustiano Carranza, quien buscaba regular las partidas secretas que existían en el gobierno, dejando su ejercicio bajo control del Presidente de la República.
Si bien no hay un dato exacto, existen estimaciones sobre la cantidad de recursos públicos erogados de la mano de mandatarios.
De acuerdo con Los gastos secretos del presidente (Pablo Gómez, 1996), a partir del sexenio de Miguel Alemán existió todo un ramo de "erogaciones adicionales", el cual alcanzó hacia 1952 el 6.5% del gasto total de los recursos federales. En 1958, con Adolfo Ruiz Cortines, ese porcentaje se ubicó en el 12.5% y para 1964, último año de gobierno de Adolfo López Mateos, tales erogaciones, ya con el número 23, representaban el 16% del gasto gubernamental.
El porcentaje más alto se presentó con Luis Echeverría, donde subió hasta el 24.36% del total del gasto.
PARTIDA SECRETA
EL PERIODO NEOLIBERAL
Con la llegada de las políticas neoliberales a México, en los sexenios de Miguel de la Madrid (1982-1988) y Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), continuó el dispendio.
Según los datos recabados por Pablo Gómez, también actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, de 1982 a 1994, los presidentes ejercieron más de mil 105 millones de dólares por medio de la partida secreta.
Tan sólo Carlos Salinas de Gortari habría erogado más 854 millones de dólares, según la información reportada por Gómez Álvarez. Es precisamente de su sexenio del que existe más documentación del destino final de los recursos de la las partidas secretas: secretarios de Estado, subsecretarios, procuradores, subprocuradores, directores de paraestatales y fideicomisos, empresarios salinistas y familia directa.
Con Ernesto Zedillo las erogaciones se dieron desde una bolsa etiquetada con la partida 7301 “Erogaciones contingentes” y en los últimos años de su gobierno otros fondos fueron utilizados con este carácter, según información proporcionada por una iniciativa de las panistas Alejandra Gutiérrez Campos y Minerva Hernández Ramos.
ÚLTIMOS AÑOS Y CAMBIO DE ETIQUETA
Sólo hasta 1922 los recursos eran etiquetados, así, sin más, como “partida secreta”, sin embargo, para 1927 su inclusión en el Presupuesto de Egresos de la Federación cambió como “gastos eventuales y extraordinarios” . Para el periodo contemporáneo también hubo otro cambio de nombre.
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados reveló que del 2000 al 2010, periodo de los sexenios panistas de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinjosa, la partida secreta fue etiquetada bajo el Concepto 7300 “Erogaciones Contingentes”, así como el 7301 “Erogaciones Contingentes”.
Ya para el sexenio de Enrique Peña Nieto, de 2012 al 2016, los recursos fueron clasificados con la partida 7990 y las subpartidas 79901 y 79902 “Erogaciones Contingentes” y “Provisiones para Erogaciones Contingentes”, respectivamente.
Sin embargo, desde el 2000 las Cámaras de Diputados no contemplaron recursos para ninguna de estas partidas.
El 11 de marzo de 2021, en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador el poder legislativo aprobó la modificación al artículo 74 de la Constitución Política para establecer que no podrá haber partidas secretas en el Presupuesto de Egresos de la Federación.