El fenómeno migratorio en territorio mexicano es uno de los más complejos y alarmantes del hemisferio, dado que desde finales del 2014, a mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto, México recibiría la primera “oleada” de migrantes no sudamericanos ni centroamericanos al territorio nacional, la mayoría provenientes de la isla de Haití, motivados por la posibilidad de asilo político en los Estados Unidos. Un informe publicado en el diario El País en agosto de 2021, revela que la mayoría de haitianos migraron a México al finalizar la construcción de estadios y obras de infraestructura para el Mundial de Brasil 2014, en donde eran utilizados como mano de obra barata y sin la posibilidad de regular su estatus migratorio. Los haitianos ante la ausencia de posibilidades de progreso en Brasil, con el apogeo de la crisis económica del 2015 y 2016, con la caída acumulada del Producto Interno Bruto (PIB) de 7%, que provocó el cierre de 2.085 empresas y dejó 400.836 desempleados, fueron motivados a la migración transfronteriza, de modo que los primeros haitianos en pisar territorio mexicano, dirigieron sus esfuerzos para permanecer en zonas fronterizas como lo es Baja California y en específico Tijuana, considerada como la primera ciudad receptora.
A partir del año 2014 y con el anuncio de Estados Unidos, para la entrega de más 35.000 visas H-2B para haitianos y centroamericanos, la migración en nuestro país no se ha detenido, motivando ya no solo a caribeños, sino a diversas nacionalidades de África, Oriente Medio y Europa del Este, para migrar de forma irregular o regular a nuestro país. El 8 de mayo de 2021, el medio de comunicaciones alemán DW, realizaba un reportaje, sobre lo sucedido durante el día, informando que, en 24 horas, se habían detenido 1.600 migrantes de 38 países en territorio nacional mexicano, sin duda, un alarmante número, en consideración de los máximos históricos, que no eran superiores a los centenares semanales. DW y el INAMI, informaron lo siguiente, referente a los migrantes no sudamericanos ni centroamericanos; se ejecutaron 29 detenciones del país africano Comoras, 19 de Haití, 16 de Etiopía, 14 de Filipinas, 11 de Turquía. Mientras que de Angola hay 8; Macedonia del Norte, 7, India, 6; Bangladesh, 5; China, 4; Lesotho, 4; Bosnia y Herzegovina, 3; y cerrando con Jamaica, República Dominicana, Senegal y Guinea, 2 personas migrantes por cada país.
Ahora bien, el común denominador de las naciones migrantes, es la guerra y los conflictos, como el de los casos africanos de Comoras, Etiopia, Angola, Lesotho, Senegal y Guinea, que, desde hace varias décadas, sobrellevan conflictos armados con milicias terroristas y grupos separatistas, esta violencia, no se ve apocada, por la procedencia continental o regional, dado que naciones de Europa, como Bosnia y Herzegovina, sigue expulsando migrantes por las condiciones de seguridad del país.
México, afronta un importante reto para lograr la adaptación de los migrantes en nuestro país, dado que la mayoría de los mismos, tiene pocas posibilidades de obtener visados en los Estados Unidos, lo que obliga a nuestro país, a generar condiciones de equidad y acceso a los derechos fundamentales, para todas y todos los migrantes, sin duda, la dinámica económica y de seguridad, exigen que nuestro país, de apertura, cultural, social y de seguridad, a las naciones del mundo, México, ya no solo es un país de tránsito, es un país receptor y ciudades fronterizas, han comprendido este papel, logrando adaptar a los migrantes a la dinámica económica y cultural, tal como Tijuana, ciudad que desde hace varias décadas, recibe enormes cantidades de viajeros, ya no solo procedentes de América, sino del mundo.
"Detesto el racismo, porque lo veo como algo barbárico, ya venga de un hombre negro o un hombre blanco". Nelson Mandela.