Donald Trump es el primer expresidente de la historia de Estados Unidos que recibe una condena penal federal, tiene otros tres procesos penales abiertos y cuenta con un blindaje que le concedió la Corte Suprema de Justicia que le otorga cierto nivel de inmunidad por hechos que haya cometido durante su periodo como presidente.
Con todos estos antecedentes, e incluso si llegara a pisar la cárcel, Donald Trump puede convertirse nuevamente en presidente de Estados Unidos, tal y como lo adelantan las encuestas.
Estas son las claves de los procesos judiciales del expresidente Donald Trump, la resolución de inmunidad de la Corte Suprema y cómo afectan en los casos contra el exmandatario, en el contexto de las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre de este año.
El expresidente y candidato republicano, Donald Trump, recibió el pasado 31 de mayo una sentencia de culpabilidad y tres procesos penales abiertos por diversas acciones de interferencia en el proceso electoral de 2020 y por retener documentos clasificados en su domicilio particular.
Donald Trump es el primer presidente de la historia que es condenado penalmente, por el caso de los 34 cargos de falsificación de registros contables, en sobornos para lograr el silencio de la actriz de contenido para adultos, Stormy Daniels, y no perjudicar sus posibilidades en las elecciones presidenciales de 2016.
El primer caso penal federal que enfrenta Donald Trump es por intentar presionar a jueces para que revirtieran los resultados de las elecciones presidenciales en 2020, por difundir información falsa sobre un fraude y por el intento de la toma del Capitolio que ocurrió el 6 de enero de 2021.
Otro caso que enfrenta el expresidente Trump por asociación delictiva iniciada en parte por la filtración de una conversación telefónica en la que Trump pide al principal delegado electoral del estado de Georgia para que le “encuentre 11.780 votos”, la diferencia que necesitaba para remontar el apretado resultado en ese crucial estado en las elecciones presidenciales de 2020.
El cuarto caso penal que tiene abierto Donald Trump tiene lugar en Florida y es por presuntamente haber retenido documentos clasificados de la Casa Blanca, en su residencia personal en Mar-a-Lago, Florida, después de que dejara el poder, por lo que se le acusa de más de 30 delitos relacionados con esta información.
Originalmente, estaba contemplado que se dictara la sentencia por el caso de Stormy Daniel el 11 de julio, y que los demás casos avanzaran durante la segunda mitad del 2024. Sin embargo, tras la resolución de la Corte Suprema que le otorga cierto nivel de inmunidad a Trump, todos los procesos judiciales se retrasaron y se prevé que continúen después de noviembre, cuando se celebren las elecciones presidenciales.
La Corte Suprema de Estados Unidos determinó el pasado 1 de julio, con seis votos a favor y tres en contra, que el expresidente Donald Trump cuenta con una “inmunidad parcial” por todos los delitos que pudo haber llevado a cabo durante su mandato presidencial, incluidos los considerados graves, siempre y cuando los hayan cometido en el contexto de actos oficiales relacionados con sus principales obligaciones constitucionales.
“Concluimos que, bajo nuestra estructura constitucional de separación de poderes, la naturaleza del poder presidencial requiere que un expresidente tenga cierta inmunidad contra el procesamiento penal por actos oficiales durante su mandato”, rezó el comunicado del presidente de la Corte, John Robert, en el documento que explica el veredicto.
Esta resolución pone al presidente de Estados Unidos por encima de la ley, denunció la ministra liberal Sonia Sotomayor: “La decisión de hoy de conceder a los expresidentes inmunidad penal da nueva forma a la institución de la presidencia [...] Se burla del principio fundacional de nuestra Constitución y sistema de gobierno, de que ningún hombre está por encima de la ley”.
Además, la magistrada Sotomayor explicó las consecuencias que podría tener un precedente como el dictado al futuro, al punto que un presidente podría ordenar el asesinar político, dar un golpe de Estado o aceptar sobornos y no tendría consecuencias legales.
“El tribunal crea efectivamente una zona libre de leyes en torno al presidente, alterando el statu quo que ha existido desde la fundación”, escribió, añadiendo: “el presidente de Estados Unidos es la persona más poderosa del país, y posiblemente del mundo. Cuando utilice sus poderes oficiales de cualquier forma, según el razonamiento de la mayoría, ahora estará protegido del enjuiciamiento penal [...] ¿Ordenar al Equipo Seal 6 de la Marina que asesine a un rival político? Inmune. ¿Organiza un golpe militar para aferrarse al poder? Inmune. ¿Acepta un soborno a cambio de un indulto? Inmune. Inmune, inmune, inmune”.
Esta resolución de la Corte Suprema prácticamente obliga a que se reformulen cada uno de los tres casos judiciales pendientes de Donald Trump y los retrasa para después de la elección presidencial que tendrá lugar en noviembre.
Este caso se suma a una serie de resoluciones que ha tomado la Corte Suprema de Estados Unidos relacionadas con el conservadurismo.
A partir de 2021, cuando la Corte Suprema quedó integrada por seis magistrados que fueron promovidos por Donald Trump cuando éste era presidente, vinculados al conservadurismo, y desde entonces se han dado una serie de resoluciones, como la derogación del derecho al aborto a nivel federal en 2022 (caso Joe vs Wade), la eliminación de las políticas de acción afirmativa a favor de estudiantes afroamericanos y latinos, la ampliación del derecho a portar armas de fuego, entre otras acciones.