El cardenal italiano Ángelo Becciu se presentó en las congregaciones previas al cónclave papal y declaró que tiene derecho de participar en la elección del próximo líder de la iglesia católica, pese a que Becciu fue destituido por el Papa Francisco y condenado a cinco años y medo en prisión.
Tras la muerte del Papa Francisco, la cual se dio el pasado 21 de abril, el Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica, el cual está compuesto por 252 cardenales deberán iniciar un nuevo proceso para elegir a un nuevo papa, por lo que todos los cardenales menores de 80 años que son miembros de este grupo votarán para elegir al nuevo pontífice, lo que deja a 135 cardenales con la posibilidad de votar para elegir al que será el Papa número 267.
Por lo que, el próximo Papa deberá contar con dos terceras partes del total de votos del cónclave. Ante esta situación el posible voto del cardenal Ángelo Becciu se vuelve clave. Sin embargo, el italiano no figura en la lista oficial de 135 cardenales menores de 80 años, aunque tiene 76.
El martes 22 de abril Ángelo Becciu se presentó en la primera asamblea de cardenales y ofreció una entrevista a un diario italiano donde declaró que tiene derecho a entrar en el cónclave. Sin embargo, en septiembre de 2020 Becciu fue destituido al ser acusado de malversación de fondos y en 2023, el Tribunal Penal del Vaticano condenó al cardenal italiano de alto rango a cinco años y medio de prisión por el delito de fraude.
Además, el cardenal fue destituido de todas sus funciones en septiembre de 2020, por lo que, Becciu no cuenta con derechos cardenales, ya que, la sentencia incluía su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos dentro de la Santa Sede, lo que convirtió a Becciu en el primer cardenal juzgado penalmente en el Vaticano, además de haber sido destituido de forma fulminante por el Papa, quien le despojó de sus derechos como cardenal de la iglesia.
El cardenal Becciu expresó el día de ayer que su exclusión del cónclave se le comunicó únicamente a través de una nota de la Sala de Prensa, y no a través de un acto formal. Por lo que, según Becciu, en el último consistorio celebrado el 8 de diciembre de 2024, el Papa reconoció que sus prerrogativas cardenalicias seguían intactas y dijo que no hubo una voluntad expresa de excluirlo del cónclave, ni se le pidió una renuncia formal por escrito.
Cabe recordar que la Fiscalía Vaticana había solicitado una sentencia de siete años y tres meses de prisión contra el obispo, así como una multa de más de 10 mil euros, sin embargo, la pena para Becciu fue de cinco años y seis meses de cárcel.
El tribunal explicó que había declarado culpable a Becciu por malversación de fondos debido a que el italiano ordenó pagar entre 2013 y 2014 un total de 200. 5 millones de dólares provenientes de los fondos de la Secretaría de Estado del Vaticano a un fondo de inversión "altamente especulativo" liderado por Raffaele Mincione, quien también fue condenado a cinco años y medio de prisión y una multa de 8 mil euros.
El caso proviene de la compra que hizo el Vaticano por 350 millones de euros (164 millones de dólares), de un edificio de lujo en Londres, entre 2014 y 2018, en el marco de las inversiones de la Santa Sede.
Ahora la decisión de si Ángelo Becciu podrá o no votar en el cónclave para elegir al próximo Papa la deberá tomar el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, que es una de las autoridades del Vaticano durante la sede vacante.