Desde la llegada de Alejandro Moreno a lo que se “autodenominaba” el nuevo PRI, los errores y desaciertos no han sido solo constantes, sino que amplios, en el 2015 el Partido Revolucionario Institucional, gobernaba más de la mitad del país, teniendo en su poder 19 gubernaturas, aglutinando importantes estados, del norte, centro y sur del país, así mismo abarcaba el 49% de los curules en la Cámara Baja con ayuda del PVEM, lo que significaba el control parcial del país en sentido técnico y, total en términos prácticos, todo esto aunado a la existencia del denominado “Pacto por México” que aseguraba el plebiscito del PAN y el PRD a las decisiones del ejecutivo.
La época dorada el PRI con ayuda del “Peñismo”, no solo duro muy poco, sino que fue determinante para el ascenso de los actores decisivos para su lapidación, Alejandro Moreno, tomo las riendas de Campeche en 2015, etapa donde su crecimiento patrimonial creció de forma exorbitante y por demás cuestionable, uno de los más claros ejemplos es la “casa de Alito” una residencia valuada en más de 46 millones de pesos, misma que no ha sido posible legitimar, dado que su salario anual como funcionario y “empresario”, no era superior a los 5 millones de pesos.
Durante el 2021, “Alito” Moreno, Presidente del CEN del PRI y destapado para la elección presidencial del 2024, genero la peor derrota electoral en la historia moderna del tricolor y de su grupo político; perdiendo 15 de 15 gubernaturas, incluyendo la de su estado natal y donde hasta hace unos meses seguía siendo gobernador; Campeche, entidad en la que Alito, sembró a su sobrino como candidato. Esta probablemente sea una de las importantes que mencionar, dado que desde hace unos días se han ido filtrando diversos audios que demuestran la compleja red de corrupción del PRI con relación a proveedores, asesores de campaña, medio de comunicación y empresas de cine internacional. Lo que parece ser uno de los momentos más coyunturales del PRI, se ve amenizado por la inminente derrota de 5 de 6 de entidades por parte de la Alianza Va por México y la inaplazable posibilidad de que el Partido Revolucionario Institucional, pueda gobernar cero entidades para el 2023, sin duda son tiempos complejos.
Al PRI le faltan votos y le sobra botox.