Jeanette Vizguerra, una activista migrante indocumentada en Denver (capital de Colorado, Estados Unidos), fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) mientras estaba en su trabajo en una tienda Target.
Vizguerra, de 53 años, se hizo conocida en 2017 cuando se refugió en una iglesia para evitar su deportación bajo el primer mandato de Donald Trump. Aunque en 2021 el gobierno del expresidente Joe Biden le concedió una suspensión de deportación, su situación seguía siendo inestable.
Su arresto ha provocado indignación entre políticos demócratas y defensores de los derechos de los migrantes. El alcalde de Denver, Mike Johnston, calificó su detención como una persecución política, mientras que el senador Michael Bennet pedía su liberación.
Los abogados de Vizguerra han presentado un recurso en un tribunal federal, mientras manifestantes y familiares protestan afuera del centro de detención en Aurora, donde están excluidos.
Vizguerra, originaria de México, llegó a Estados Unidos en 1997 y trabajó como limpiadora mientras criaba a sus hijos nacidos en el país. Su caso ha estado en disputa legal desde 2009, cuando fue detenida en un control de tráfico y acusada de usurpación de identidad.
Después de múltiples apelaciones y retrasos en su deportación, su situación se volvió más crítica con la llegada de Trump a la presidencia. En 2017, decidió refugiarse en una iglesia al temer que sería deportada si se presentaba a una cita con inmigración. Su valentía y resistencia la llevaron a ser nombrada una de las personas más influyentes del año por la revista Time . Ahora, su arresto vuelve a poner su caso en el centro del debate migratorio en EE.UU.
La detención de Vizguerra ocurre en un contexto de mayor presión sobre las ciudades que han recibido millas de migrantes en los últimos años. Denver ha visto la llegada de unos 42.000 inmigrantes recientemente, lo que ha generado tensiones políticas y económicas.
Medios estadounidenses informan que el expresidente Trump ha utilizado esta situación como parte de su campaña antimigratoria, afirmando que las grandes ciudades lideradas por demócratas están impidiendo sus políticas de deportación.
Los defensores de Vizguerra afirman que su detención es un intento de silenciar a los activistas que defienden los derechos de los migrantes. Su antiguo abogado, Hans Meyer, la considera víctima de un error judicial. Por su parte, Jordan García, defensor de los derechos de los migrantes del American Friends Service Committee, quien conoce a Vizguerra desde hace 15 años, señaló que ella había pasado meses ayudando a otros inmigrantes a conocer sus derechos.