Una coalición de dieciséis estados gobernados por republicanos demandó al Gobierno de Joe Biden para que suspendan el programa federal que permite a migrantes, que no cuentan con un estatus migratorio legal pero que estén casados con estadounidenses, consigan la ciudadanía.
El programa anunciado por el presidente estadounidense en junio comenzó a recibir solicitudes el pasado lunes 19 de agosto, fue criticado por los republicanos que afirman que se trata de “una amnistía para personas que han violado la ley”. En este sentido, la demanda tiene como argumento que aceptar estas solicitudes se extralimita en la autoridad del Gobierno y elude las leyes de inmigración.
Aunado a esto, los integrantes del partido Republicano señalaron que este programa surgió en un momento político electoral clave, ya que el tema del los flujos migratorios es primordial de cara a las próximas elecciones estadounidenses que se realizaran el 5 de noviembre.
El fiscal general de Texas, Ken Paxton, expresó el pasado 23 de agosto en un comunicado, que el plan “viola la Constitución y empeora activamente el desastre del ingreso irregular de extranjeros que afecta a Texas y a nuestro país”.
En la demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional, contra el secretario de la dependencia, Alejandro Mayorkas, y contra otros funcionarios del gobierno de Biden, se acusa a la agencia de tratar de conceder permisos en masa, lo cual es un abuso de autoridad.
Keeping Families Together es una iniciativa que ofrece una vía a la ciudadanía a más de 500 mil cónyuges inmigrantes que entraron ilegalmente a Estados Unidos y tienen menos de 10 años de residencia.