La policía fronteriza de Texas, Estados Unidos, tiene la orden de empujar a infantes y bebés lactantes migrantes hacia el Río Bravo o Grande, además de no ofrecerles agua a los solicitantes de asilo político incluso en condiciones de calor extremo de acuerdo con un documento que trascendió en medios. Ante esto, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que de ser cierto “sería exterminio”.
Esta información fue revelada en un correo electrónico de un policía del Departamento de Seguridad Pública de Texas. El documento relata que, en un caso, los soldados de la Guardia Nacional de Texas “presionaron hacia atrás” a una niña de 4 años que intentaba cruzar a través de un alambre de púas y luego la niña se desmayó por el calor.
Hasta ahora el gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió un comunicado en el que decía que no se habían dado órdenes “que comprometieran la vida de quienes intentan cruzar la frontera ilegalmente”.
Y el Departamento de Seguridad aseguró que no tiene una directiva o política que instruya a los agentes a no dar agua a los migrantes o empujarlos de regreso al río y que el caso está bajo investigación interna.
Sin embargo, ciertas acciones dentro de la iniciativa Lone Star han radicalizado la política antimigrante y de seguridad fronteriza, por ejemplo, a través de la colocación de una barrera flotante de boyas y alambre de púas en el Río Bravo.
López Obrador afirmó que los políticos conservadores de Estados Unidos fomentan el odio contra las personas migrantes y que la medida del muro flotante “no deja de ser propaganda, publicidad, porque es una franja muy pequeña, es para tomarse la foto y para sacar votos o pretender sacar votos”.