El respaldo ciudadano en Estados Unidos a las políticas de control migratorio se ha reducido significativamente, de acuerdo con una reciente encuesta de la casa encuestadora Gallup, que muestra un cambio de percepción importante entre la población en relación con la migración.
El porcentaje de estadounidenses que considera que la migración debe reducirse cayó del 55% en 2024 al 30% en junio de 2025, lo que revierte una tendencia de cuatro años marcada por la preocupación creciente en torno al tema. Paralelamente, un récord del 79% de los adultos afirma que la migración es algo positivo para el país, frente al 64% del año anterior.
El estudio, realizado del 2 al 26 de junio a una muestra representativa de mil 402 adultos, incluidas sobremuestras de personas hispanas y afroamericanas, señala que esta percepción ha mejorado entre todos los sectores políticos, aunque el cambio más pronunciado se da entre los republicanos. En ese grupo, el apoyo a reducir la inmigración bajó 40 puntos porcentuales en un año, del 88% al 48%.
Entre los independientes, el deseo de reducir la migración pasó de 51% a 30%, y entre los demócratas, de 28% a 16%. Ahora, el 38% de los encuestados prefiere mantener los niveles actuales de migración, y el 26% está a favor de aumentarla.
Según el sondeo, el 79% de los estadounidenses ve a la migración como algo beneficioso para el país, mientras que solo el 17% la considera negativa, el nivel más bajo registrado por Gallup. Este repunte favorable es especialmente notorio entre los republicanos, cuyas opiniones sobre el tema regresaron a niveles similares a los de 2020, tras deteriorarse entre 2021 y 2024.
La mayoría de los demócratas (91%) sostiene que la inmigración es positiva, una visión que ha predominado en ese sector desde 2016.
En el mismo estudio, Gallup señala que una mayoría de estadounidenses desaprueba la forma en que el presidente Donald Trump ha gestionado la migración. Solo el 35% de los encuestados le otorga una evaluación favorable en esta materia, porcentaje que cae al 21% entre la población hispana.
El giro en la opinión pública coincide con la drástica disminución en los cruces irregulares por la frontera y la suspensión de varios programas de refugiados. Estos factores parecen haber reducido el respaldo social a medidas migratorias estrictas y han abierto paso a un mayor apoyo a alternativas como vías legales hacia la ciudadanía para personas migrantes en situación irregular.