México se ha convertido en un destino clave para miles de personas que buscan refugio, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). En lo que va del año, el país ha recibido más de 16 mil 100 solicitudes de asilo, sumándose a las 78 mil 900 del año pasado. La comunidad hondureña encabeza la lista de solicitantes, seguida de cubanos y haitianos.
El 2023 marcó un récord con más de 140 mil peticiones de asilo provenientes de 110 nacionalidades, lo que representa un incremento del 17% en comparación con 2022. Estas cifras consolidan a México como uno de los países con mayor número de solicitudes de asilo a nivel mundial, dejando de ser únicamente un país de tránsito para convertirse en un destino para migrantes y refugiados.
La ACNUR destacó que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ha cuadruplicado su capacidad de tramitación desde 2018. El Gobierno de México ha otorgado asilo a más de 50 mil personas refugiadas, principalmente en la zona sur del país, y ha facilitado su reubicación en ciudades industriales a través del Programa de Integración Local de ACNUR. Este programa, implementado en coordinación con el gobierno y el sector privado, ha permitido que las personas refugiadas accedan a empleo formal, salud, educación y vivienda, facilitando su integración y eventual acceso a la nacionalidad mexicana.
Las solicitudes de asilo se concentran mayormente en la frontera sur, en estados como Chiapas, Tabasco y Veracruz, aunque la Ciudad de México también ha visto un aumento significativo, con el 18% de las aplicaciones registradas el año pasado.
El Programa de Integración Local ha sido clave para ayudar a las personas refugiadas a reconstruir sus vidas. Gracias a la participación activa de más de 650 empresas, los refugiados han podido incorporarse al mercado laboral y contribuir a la economía mexicana, generando una aportación fiscal anual de 15 millones de dólares.
Cuando ACNUR interviene en el proceso de refugio activa una serie de mecanismos para tratar de apoyar a quienes son acogidos por el Estado mexicano, después de que eligen la ciudad de destino los trasladan ahí. Los primeros tres días permanecen en algún hotel donde les proporcionan información sobre cómo conseguir vivienda y trabajo, esto último con apoyo del Servicio Nacional de Empleo. Durante este proceso es clave la participación de los tres niveles de gobierno para generar acuerdos que permitan incorporar a las personas refugiadas a los programas sociales.
Con este panorama, México se posiciona como uno de los países con mayor número de nuevas solicitudes de asilo en el mundo, consolidando su transformación de una nación de tránsito a un destino para quienes buscan una nueva oportunidad.