Los feminismos vs la 4T

El sábado pasado tuve la oportunidad de ir al primer informe legislativo de la diputada de la Ciudad de México Ana Francis Mor, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género en el Congreso local y sus palabras a parte de ser sumamente esperanzadoras y enérgicas, dijo algo que me llamó la atención y fue que la consigna "La 4T será feminista o no será" ya no debería estar vigente, porque las feministas estamos en la 4T y formamos parte de esa transformación que buscamos en la vida pública del país, no pude más que conmoverme y estar de acuerdo en cada cosa que dijo, ahora explicó porqué.

En los últimos días feministas de muchos espacios, así como personas autodenominadas activistas, han señalado a las mujeres que nos definimos como feministas dentro del obradorismo, bueno, no es de extrañar, cuando en los últimos cuatro años han intentado minimizar nuestro papel dentro de la cuarta transformación, pero esta vez ha sido un señalamiento particular y de manera muy tajante, bajo el argumento de "el feminismo es antimilitarista": han buscado la manera de desacreditar a toda aquella que simpatiza o milita en el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador, nos acusan de traicioneras, de serviles, de estar bajo el dominio de un hombre y de no pensar por nosotras mismas, así, misoginia pura, porque no cabe la idea de que tengamos capacidad de agencia y que en su lógica, no estemos de su lado, peleando contra el malvado tirano de Palacio Nacional. Lo preocupante es que entre todo el ruido mediático que existe hay mas cuestionamientos hacia nosotras, que hacia quienes han buscado posicionarse con el feminismo pero siendo panistas, ¡Panistas!

Que personajes como Alessandra Rojo de la Vega hable de militarismo y feminismo y sea replicada en muchos espacios como la voz de la resistencia, mientras se burla, publica fake news, critica cada paso de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, obviamente desde el machismo, nos llama perros, o "cancela" a quienes no piensan como ella, o Denise Dresser que antes se paseaba con la élite política hoy le grita de manera déspota a una senadora sin la necesidad de hacerlo y de usar el feministometro ahora "antimilitarista" para golpear. Y no se trata de que nosotras seamos las buenas y que ellas sean las malas, porque dejando a un lado a esos personajes que Citlalli Hernández con justa razón señaló que tienen una agenda política, las compañeras tienen una preocupación a parte de legítima, es totalmente entendible que yo en lo particular, comparto, he leído y escuchado detenidamente argumentos de todo tipo, sin embargo, también es valido reconocer la complejidad y los matices que hay en torno a la discusión, que mas que muchas nos resignemos y nos vendemos los ojos, buscamos nuevos horizontes, desde donde militamos para cambiar la realidad de nuestro entorno con lo que nos corresponde.

Somos miles las feministas que estamos en este proyecto, con todo y sus contradicciones, porque entendemos y sabemos que los cambios son con nosotras, no sin nosotras, porque sabemos y reconocemos que resistir también es estar en estos espacios, que todos los días luchamos por el bien de todas, pero sobre todo por el bien de las pobres, porque todas, en sus espacios, hemos buscado erradicar las desigualdades que nos cruzan a las mujeres todos los días, porque si no somos nosotras, ¿quién? ¿Ellos? Y no nos confundamos, la transformación es con ellos, pero nunca, nunca más sin nosotras.