Entre patadas y manifestaciones se llenan los corazones

“Al hombre que lo sigue un pueblo entero es porque su corazón en las manos lleva” 

Estimado lector espero se encuentre muy bien, uno por acá se encuentra, que es ganancia y para no perdernos, es momento entrar en materia.

Para cuando salga esta columna México estará jugando contra Argentina, “Ellos tienen un Messi, nosotros al Chuky Lozano” expresó el Gobernador de Morelos. A raíz de dichos comentarios me permito iniciar con la siguiente analogía futbolera.

 Dicen que en el mundo hay días cuyas horas se sienten como instantes e instantes que se sienten como días. Nosotros, los mortales, experimentamos dicha frase con el penal de Robert Lewandowski sobre Ochoa; el futuro futbolístico de una nación a guantes del número 13 Nacional. Diez segundos tardó el delantero polaco entre postrarse frente a nuestro arquero y tirar, en un segundo recorrió ese balón la distancia hacia su destino, milésimas de segundo el tiempo de reacción de Ochoa y eterna la gloria sobre la que se ha cubierto al parar dicho penal. Así de relativo es el tiempo, para los que no nos interesa el fútbol esos doce segundos transcurridos cursaron con normalidad, a diferencia de los aficionados al deporte, quienes experimentaron horas de suspenso resumidas en diez pasos y un penalti.

Es extraño como el mexicano se esperanza por temporadas, cada cuatro años con un partido de fútbol y cada seis años con una elección presidencial. Cada cuatro años la selección termina por decepcionar y cada seis años un presidente comienza por ilusionar.

Pasamos del sueño mundialista a la realidad nacional, cuya redacción asemeja más al Boom latinoamericano que al periodismo informativo, “El INE no se toca” gritaban por ahí, “¿Por qué estan marchando?” preguntaban por ahí “El INE no se toca” respondía un mar de gente, “No los vi marchar cuando los 43, no los vi marchar en el fobaproa” les gritaba un miembro del pueblo que los veía pasar por Reforma “El INE no se toca” le respondían con odio al miembro del pópulo” 

Marcha donde pudimos ver a personajes de la historia moderna nacional, algunos respetables, otros que causan oprobio, pero eso sí, todos ellos encabezándola, expresidentes como Fox o Calderón, empresarios como Claudio X, González y políticos de oposición, cuyos partidos nunca (léase con sarcasmo) han lastimado al país; ejemplo de aquellos Lilly Téllez, Alejandro Moreno y hasta “Juanito” el de Iztapalapa, un ente que no se deja llevar por la muerte política. No puedo negar la cantidad de personas que salieron a “defender” al INE, pero sí puedo recalcar la posición social de la gran mayoría de los asistentes, ante todo como crítico profesional debo respetar el derecho a manifestarse, ante todo como crítico profesional debo preguntarles ¿Dónde estaban cuando las marchas eran por motivos sociales y no políticos? ¿Qué hacían mientras las marchas eran para exigir derechos no para quitar privilegios? Y la más grande ¿Qué hacen marchando en pro de la democracia quienes, bajo procesos judiciales, se les ha demostrado interferencia en procesos electorales? desde sus municipios hasta el país mismo. Al final lo único que me pude preguntar al verlos fue ¿Están del lado correcto o están del lado más conveniente? 

Así como en el vídeo del coyote y el mapache juntos por la pradera, así, en tiempos de crisis; los depredadores se juntan con las presas y a veces convencen a las presas que, ellos, siempre han sido buenos, como diría Thomas Hobbes “el hombre es un lobo para el hombre” 

Se conmemora la Revolución Mexicana, en pleno zócalo de la ciudad celebramos los años de lucha armada, mientras esperamos que nunca más se vuelvan a repetir, el presidente López Obrador nos narra lo ocurrido de 1910 a 1921, recordemos, que, quien escribe el presente cambia el pasado y quien cambia el pasado controla el futuro. Un discurso distinto al de años anteriores, un discurso de celebración sí, pero también palabras donde deja en claro quien manda y donde solamente el, apegado a su estilo de lucha, aprovecha para invitarnos a marchar, emulando a Francisco I. Madero en una marcha de la lealtad moderna la cual culminará en su informe de gobierno. 

Una semana muy movida en Palacio Nacional, mientras todos nos desvivimos por lo que sucede en Qatar quitamos el ojo de lo que ocurre acá, la visita de dos líderes latinoamericanos, Gustavo Petro, Titular del Gobierno Colombiano, el Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso Mendoza; con quien definió un acuerdo comercial entre las dos Naciones y Gabriel Boric, Presidente de Chile y quien a mi parecer es conservador vestido de liberal, quién, al igual que el General Pinochet, alzará la surda para saludar mientras usa la derecha para golpear. Con los acuerdos mencionados anteriormente se planea bajar la tasa inflacionaria en el país, que se encuentra en 8,4% según Banxico, acuerdos que no le gustaron al SENASICA, pues temen que nuevas plagas lleguen y azoten México, disgusto que terminó con la renuncia de su titular Francisco Javier Trujillo, como en toda familia hay discusiones, el chiste es saber arreglarlas y para las corcholatas el siguiente consejo “bienaventurados sean los mediadores de problemas, pues de ellos es el reino de Dios”

De la conmemoración a la Revolución, hoy nadie leerá esta columna, hoy los ojos de todo México están puestos en el juego vs Argentina. Hoy los ojos y mañana los corazones de los mexicanos acompañarán al Presidente en la lucha contra el conservadurismo, ¡ah! y hay boda, hay boda en CDMX, se casa la Dra. Sheinbaum Pardo con su pareja, recordemos que en este país el futuro mandatario o futura mandataria debe haber contraído nupcias ¿qué dirían Dios y el Estado laico si tenemos líder sin casarse? ¿Qué dirían los conservadores el domingo en misa? Hay reglas no escritas que se deben respetar y el vivir en matrimonio es una de ellas. Por hoy hasta acá los dejo, disfruten el partido, disfruten la política, mientras las alineaciones y las alienaciones no nos peguen con la realidad.

Mientras tanto y como dijo el más grande periodista este país: “a lo dicho, dicho”.