Una de las grandes críticas al gobierno mexicano actual es que “ el estado no debe intervenir en nada de la economía, eso es anticuado y no hay razón para que ningún país moderno lo haga”. Por muchos medios se ha intentado restringir esta intervención a través de medios judiciales y al final, solicitando que, a través del TMEC, intervenga el gobierno de USA en los asuntos económicos de México.
Cuando Estados Unidos solicitó en julio del 2022, iniciar el proceso de consultas bajo el TMEC en lo referente al sector energético, el círculo rojo de la prensa mexicana y de la república de twitter de inmediato anunció el derrumbe total de la economía del país. Se había acabado el gobierno de AMLO, ahora si vendría el gobierno americano, ese que siempre respeta las reglas, a cobrar montos gigantescos que pondrían a la administración en su lugar.
Al reclamo americano pronto se sumaron los canadienses bajo el TMEC y la Unión Europea expresó su preocupación desde que se presentaron las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica en febrero de 2021. Se hizo ver esta acción del gobierno americano como algo sin precedentes y que le ocurría a la administración de AMLO porque “ellos no saben, desprecian el orden internacional y las leyes, con otros gobiernos no pasaría, es anticuado pensar que el gobierno debe intervenir en algo”. Pero, ¿es esto cierto? No. Las discrepancias en interpretaciones sobre tratados se dan todo el tiempo, y la intervención estatal está hoy mas presente que nunca, y son USA y la UE de los estados que más violan dichos tratados internacionales y que mas intervienen en las economías.
Recientemente, México y Canadá ganaron un panel vs los Estados Unidos por diferencias en las interpretaciones de las reglas en el sector automotriz. Canadá perdió un panel por temas de lácteos vs USA en 2021. Si nos vamos a solicitudes de consultas o posibles violaciones de tratados internacionales, USA y la UE han estado cometiendo violaciones a diestra y siniestra. Por ejemplo, Estados Unidos, con los constantes ataques a Xiaomi, ZTE y Huawei, los cuales incluían la prohibición de venta de chips, o inclusive la venta de los equipos en territorio americano, favorecieron masivamente a la empresa americana por excelencia, Apple. USA después bloqueó la venta de equipo de chips y semiconductores avanzados a cualquier compañía china, el gobierno Chino denunció ante la Organización Mundial de Comercio (WTO por sus siglas en inglés) el proteccionismo americano de esta medida y se espera se resuelva en un panel.
La Unión Europea expresó su preocupación ante la Chips Act de USA en la cual pretende crear empresas de manufactura de semiconductores y chips “campeonas nacionales” y otorga masivos subsidios estatales que favorecen a las empresas locales o a aquellas que se instalen en su territorio por encima de las demás. En respuesta, la UE emitió su propia ley que otorga subsidios estatales y amplios beneficios para que las empresas sean favorecidas al estar operando en suelo Europeo. Recientemente Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), la empresa de fabricación de chips mas avanzada y grande del planeta, anunció una inversión en USA de 40 mil millones de dólares.
Recientemente USA pasó su Ley de reducción de la Inflación (IRA por sus siglas en inglés), en la cual, de acuerdo con la Unión Europea, se contienen “graves violaciones” a los tratados comerciales internacionales y por la cual ha iniciado un proceso de consultas solicitado por la UE. Dentro de los reclamos se incluyen, los masivos subsidios y ayudas estatales para la compra de coches eléctricos así como a fuentes de generación de energía limpia y empresas que operen dentro del territorio americano. La presidente de la UE, Ursula Von der Leyen, dijo que la IRA se percibe como una ley altamente anticompetitiva y una amenaza a los trabajos Europeos. Recientemente la secretaria de Energía de USA, Granholm anunció prestamos estatales con un valor de 2.5 mil millones de dólares (que seguramente tendrán condiciones muy favorables) a GM y LG, para desarrollar plantas de baterías de litio para vehículos eléctricos. Algo que seguramente a la empresa alemana Volkswagen no le gustará. Recientemente anunció que pospondrá la apertura de una planta de baterías en Europa por las “condiciones económicas”. Sin duda VW buscará obtener las mismas condiciones que GM y LG y para lograrlo deberá mudar su planta a territorio americano, acción que seguramente no gustará en la UE y demandará a USA u ofrecerá cuantiosos beneficios, subsidios e incentivos fiscales a las plantas que decidan instalarse en Europa.
Por último, la Unión Europea recién finalizó las reglas para imponer aranceles a las importaciones con base en las cantidades de emisiones de CO2 de los países de origen. Movimiento altamente cuestionable porque dentro de la Unión Europea se encuentran Alemania y Polonia quienes emiten hasta 900 gr de CO2 por kwh pero que no serían sujetos a dichas reglas. De acuerdo con las reglas, se les cobraría un arancel de acuerdo con los precios de la tonelada de CO2 en el mercado de emisiones de la UE. Medida totalmente discriminatoria y anticompetitiva considerando que la UE ha regalado muchísimo más certificados de CO2 a las grandes empresas de los países miembros que todo lo que ha cobrado en la existencia de dicho sistema de comercio de emisiones. Subsidios por doquier, mientras que la UE y USA pregonan que el libre mercado y el neoliberalismo son la única manera y que ningún gobierno debe intervenir en asuntos económicos.
En conclusión, USA y la UE nos quieren demostrar que el capitalismo neoliberal es el mejor sistema y para hacerlo involucran al estado en cada una de las decisiones que toman. Ya sea para demandar a cualquier estado que ose inmiscuirse en sus asuntos económicos o para subsidiar, el desarrollo de sus empresas en industrias clave.