Colapso en las jubilaciones del pueblo francés

Emmanuel Macron se convirtió en el 2017 en el vigesimoquinto presidente de la República Francesa y copríncipe de Andorra. Durante su mandato han surgido muchas críticas con respecto a las malas decisiones que ha tomado y, para muestra, la población francesa ha hecho visible sus constantes malestares ante Macron, al grado de golpearlo, lanzarle objetos o insultarlo, puesto que sus resultados al frente han generado malos efectos, tanto económica, social y políticos.

Una de las grandes problemáticas que están ocurriendo en Francia va encaminada al aspecto laboral, debido a que el gobierno francés busca una reforma a las pensiones, puesto que se pretende que la edad de jubilación aumente hasta los sesenta y cuatro años a partir de 2030, cuando en la ley está establecido que debe ser a los sesenta y dos años.

¿En qué consiste este proceso? La Primera Ministra francesa, Elisabeth Borne, comentó que el proyecto de ley busca que la edad legal para que las personas puedan jubilarse se desplace tres meses al año a partir del 1 de septiembre, hasta que se pueda concretar a los sesenta y cuatro años, tomando en consideración que en 2027 se fijé la jubilación a los sesenta y tres años y tres meses, para que en 2030 se logré concretar el fin de esta reforma.

Todo este problema planteado ha llevado a realizar diversas suposiciones, con lo que respecta a esta decisión que repercute en el futuro de los jubilados franceses, pues lo que buscan los trabajadores es que sus años de trabajo se hagan respetar y puedan gozar de los derechos que les corresponde, pues muchos de ellos han señalado que solo buscan disfrutar el fruto de sus años trabajados, antes de que lleguen a morir. Por ello hay que considerar que la esperanza de vida en Francia es de ochenta y tres años, es decir, dos años más que el promedio señalados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Lo evidente es que la población francesa se movilizara como signo de protesta. Cerca de un millón de personas salieron a las calles de Francia, esto es lo que indicó el Ministerio del Interior, debido a que dichas movilizaciones dieron inicio a finales de enero, por lo cual la Primera Ministra solo dijo que su gobierno “atiende las preguntas y dudas sobre la reforma planteada”, pero es bien sabido que el actual gobierno francés no ha abierto mesas de diálogo y solo realizan las reformas de manera tajante, sin llevarlas a una consulta.

Los principales ocho sindicatos de trabajadores se organizaron en conjunto para programar otras protestas y anunciaron que habría una movilización los días siete y once de febrero. “Ante el rechazo masivo, el gobierno debe retirar su reforma”, dijo Patricia Drevon, miembro del Sindicato “Fuerza de los Trabajadores”, esto es claro, las y los trabajadores de diversas industrias, exigen luchar por sus derechos laborales y no hay un sustento sólido que fundamente lo necesario que es realizar esta reforma sobre la jubilación.

Las principales industrias que son clave para la economía francesa son: química, biofarmacéutica, agroalimentaria, automotriz y espacial, las cuales han permitido generar nuevos empleos para la comunidad francesa, pero es completamente injusto que se apruebe este aumento en la jubilación, puesto que quieren suprimir las ventajas que se gozan dentro de ese proceso, como el goce del dinero, producto de sus años laborados.

Para concluir este análisis, lo imprescindible que se debe hacer en estos casos es, en primer lugar; que muestren su inconformidad y que hagan protestas masivas, para que el Gobierno escuche sus necesidades y las hagan valer, lo anterior con el fin de que la jubilación siga manteniendo la edad ya mencionada. ¡Los trabajadores unidos, nunca serán vencidos!