Suman más de 100 muertos tras mega operativo policial en las favelas de Río de Janeiro

La operación policial lanzada el pasado martes 28 de octubre en Río de Janeiro, Brasil, considerada ya la más letal en la historia de la ciudad, en contra del grupo delincuencial Comando Vermelho, dejó una cifra aún inexacta de más de 100 muertos en las favelas de Penha y el Alemão, dos de las más peligrosas de dicho destino turístico.

El balance oficial del gobierno estatal indica 119 muertos, entre ellos cuatro policías y 115 presuntos integrantes del Comando Vermelho detenidos. En tanto, el gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, reconoció durante una conferencia de prensa que la cifra “seguramente cambiará”. Además, calificó el megaoperativo como un “éxito” y rechazó las críticas:

“Quiero dejar algo muy claro: el gobernador de este estado no responderá a ningún ministro ni a ningún otro agente que pretenda politizar este momento. Quien desee contribuir, es bienvenido. A los demás, nuestro único mensaje es: lárguense. O contribuyen o se van”, declaró.

Por su parte, la Defensoría Pública regional, organismo encargado de ofrecer asistencia legal gratuita, informó que suman 132 fallecidos, luego de que la mañana de este miércoles, habitantes de los barrios afectados comenzaran a buscar a sus familiares desaparecidos y reunieran decenas de cuerpos en una plaza de la favela de la Penha. 

En un comunicado, la Defensoría informó que ha recopilado testimonios de vecinos y familiares para “contribuir a la necesaria respuesta institucional ante una violencia estatal nunca vista”.

De acuerdo con reportes de medios locales, los residentes comenzaron las búsquedas por su cuenta al no recibir información oficial sobre sus familiares desaparecidos. Las imágenes difundidas por medios brasileños muestran filas de cadáveres cubiertos con sábanas o bolsas plásticas, algunos con signos visibles de violencia, lo que ha generado conmoción y nuevas críticas sobre el uso excesivo de la fuerza durante la operación.

Sin embargo, el Gobierno regional defendió la actuación policial, asegurando que los sospechosos fueron abatidos tras “reaccionar” a las acciones de los agentes. La operación tenía como objetivo ejecutar 100 órdenes de prisión contra presuntos miembros de dicha organización criminal.

El despliegue movilizó a 2,500 agentes, apoyados con vehículos blindados y helicópteros. Durante la incursión, fueron confiscados 93 fusiles y media tonelada de drogas, según el último informe oficial.

Por otro lado, la respuesta de los grupos criminales incluyó bloqueos de calles en la zona norte de Río, lo que paralizó el tránsito de un centenar de líneas de autobuses y provocó el cierre de escuelas y centros de salud, medida que se mantenía vigente hasta este miércoles.

El secretario de la Policía Civil, Felipe Curi, defendió la actuación de las fuerzas de seguridad al señalar que "fue una acción legítima del Estado para cumplir órdenes de prisión. Solo fueron abatidos los que optaron por el enfrentamiento. Quienes se entregaron, fueron trasladados a la comisaría”.

Mientras que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se mostró “horrorizado” por la magnitud de la tragedia, según confirmó su ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski:

“El presidente quedó horrorizado con el número de víctimas fatales”, dijo a la prensa.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) expresó su “horror” ante la operación y pidió una investigación independiente e inmediata sobre los hechos.

“Recordamos a las autoridades sus obligaciones ante el derecho internacional, y urgimos a que se conduzcan investigaciones de forma pronta y efectiva”, señaló el organismo en su cuenta oficial en X (antes Twitter).

La ONU y organizaciones de derechos humanos brasileñas han denunciado reiteradamente el uso excesivo de la fuerza en las operaciones policiales en las favelas, donde las víctimas suelen ser jóvenes negros y pobres.