Un reciente sondeo realizado por The New York Times e Ipsos revela que, aunque muchos estadounidenses tienen una opinión negativa del presidente electo Donald J. Trump, una significativa parte de la población respalda algunas de sus propuestas políticas más polémicas, especialmente en temas de inmigración y política exterior.
El 55% de los encuestados expresó apoyo total o parcial a la idea de deportar a todas las personas que viven en Estados Unidos sin autorización. Además, el 87% está a favor de deportar a los inmigrantes indocumentados con antecedentes penales, una de las primeras acciones que Trump planea implementar.
En cuestiones comerciales, los estadounidenses están divididos: el 46% considera que el comercio con países como China y México debería estar sujeto a mayores aranceles, una medida que Trump ha prometido para reducir la dependencia de bienes extranjeros.
El sondeo también destaca un cambio en la percepción sobre el papel de Estados Unidos en el mundo. El 60% de los estadounidenses prefieren que el país se enfoque más en sus problemas internos y reduzca su participación en asuntos internacionales. Este sentimiento ha aumentado en comparación con el 50% registrado en 2019, según datos de Pew Research Center.
Otro aspecto clave es el respaldo mayoritario a limitar los tratamientos médicos para menores de edad en temas de identidad de género. El 71% de los encuestados está de acuerdo en que no se deberían recetar bloqueadores de la pubertad ni hormonas a personas menores de 18 años.
Asimismo, un 80% de los participantes rechaza que atletas transgénero que nacieron como hombres compitan en deportes femeninos. Estas posturas reflejan una afinidad creciente hacia los mensajes sociales y culturales que los republicanos, incluidos Trump, han priorizado en sus campañas.
El estudio subraya un descontento generalizado hacia el gobierno y el sistema político. Dos tercios de los encuestados creen que Washington está corrupto y que el sistema económico favorece a los más ricos. Esta visión pesimista coincide con los discursos de Trump que critican el "status quo".
En cuanto a la economía, muchos votantes creen que las políticas de Trump podrían beneficiar al país. Incluso un tercio de los demócratas considera que no empeorará la situación económica, aunque las expectativas varían según la afiliación política.
A pesar de la polarización, la mayoría de los estadounidenses cree que Trump cumplirá con lo que ha prometido, como implementar deportaciones masivas y aumentar aranceles a China y México.
Aunque el apoyo a sus políticas es notable, Trump sigue siendo una figura profundamente polarizadora. Su índice de popularidad se encuentra por debajo del 50%, según el promedio de encuestas de FiveThirtyEight, un dato que refleja la división que marca su regreso a la Casa Blanca.