Los mercados internacionales cerraron este 5 de agosto con noticias negativas generalizadas, un panorama que, cómo todo efecto domino financiero, afectó a Wall Street, donde los principales índices tuvieron su peor cierre en dos años. El índice principal, el Dow Jones, compuesto por acciones de 30 empresas trasnacionales, cayó 2.6%, mientras que el índice S&P 500, cedió 3%, lo que representa una pérdida de 1.3 billones de dólares.
El más afectado tras esta jornada fue el Nasdaq, un índice de alto peso en la industria tecnológica, el cual perdió 3.4% cayendo hasta 16 mil 117.35 unidades, sin embargo, durante la jornada esta caída estuvo rondando el 4%.
Lo que ocurrió con los principales indicadores de la Bolsa de Wall Street fue resultado de un efecto domino que partió desde el temor por una posible recesión económica en Estados Unidos.
El miedo por parte de los inversores a una desaceleración en la economía estadounidense fue difundido luego de que la Oficina de Estadísticas Laborales publicó un informe el pasado jueves 1 de agosto en el que mostró que la economía se contrajo por segundo trimestre consecutivo a un ritmo anual del 0.9%.
Además, indicó datos del empleo en Estados Unidos que desataron el nerviosismo en los mercados internacionales tras revelar que en julio el país creó 114 mil puestos de trabajo, por debajo de los 175 mil que se contemplaban, y aumentó en dos décimas la tasa de referencia, hasta el 4,3%.
Esto fue desestimado por el Gobierno de los Estados Unidos y por la Reserva Federal (FED, por sus siglas en ingles), sin embargo, la alta especulación tuvo sus efectos a nivel mundial.
El derrumbe de la Bolsa de Japón
La primera en sufrir las consecuencias fue la Bolsa de Japón, el índice Nikkei experimentó una caída histórica perdiendo un 12.4%, sumándose a la caída que sufrió el pasado viernes 2 de agosto donde ya se había perdido un 6%.
La caída de este 5 de agosto es la más importante en su historia desde el “Lunes Negro” de 1987, cuando Nikkei sufrió una pérdida del 14.9%.
En Japón, históricamente las tasas de interés han sido sumamente bajas para hacer préstamos en yenes y posteriormente invertir en otros mercados internacionales, Estados Unidos y México entre ellos. Con la subida en las tasas, esta práctica deja de ser atractiva para los inversionistas, por lo que estos liquidan sus deudas en Japón ante el temor de que las tasas de interés se eleven más.
El posible pero poco probable rescate de la Reserva Federal
El temor de los inversionistas que desestabilizó la economía mundial tiene que ver con la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué haría la FED en caso de que Estados Unidos entre en recesión?, la respuesta es puede ir desde un ajuste hasta un recorte de las tasas de emergencia.
Sin embargo, analistas han desechado esta opción debido a que es necesario el presidente de la FED en Chicago, Austan Goolsbee, en entrevista con el New York Times, apuntó que esto es poco probable debido a que la Reserva Federal debe asegurarse “de que el mercado de valores este cómodo”.