La ciudad de México a lo largo de su historia ha sido una ciudad multicultural. Su importancia estratégica para México como país ha atraído a personas de diversas culturas desde sus orígenes como ciudad. En Tenochtitlan, en tiempos de los aztecas convivían los pueblos nahuas con comunidades otomíes, totonacas y de otras etnias y culturas de todo el territorio mesoamericano.
A la llegada de los españoles, el inicio de la colonización y la sociedad se fue acomodando en un sistema de castas durante los años de la colonización. Aunque el sistema de castas fuera la forma de organización, la cultura novohispana se fue homogeneizando y creando una cultura mexicana muy propia cuyas expresiones culturales se terminarían de desarrollar en el siglo XIX.
A lo que voy es que entrando el siglo XX, los residentes de la ciudad de Mexico eran más homogéneos culturalmente y durante mucho tiempo permanecieron así, sin gran influencia extranjera. Los extranjeros que llegaban a ir a la ciudad eran parte en los cuerpos diplomáticos, comerciantes, hombres de negocios pero que de ningún modo formaban grandes comunidades culturales de extranjeros en la ciudad. Como excepción podríamos poner a los refugiados españoles de la guerra civil en el sexenio de Lázaro Cárdenas, pero ellos llegaron invitados por el gobierno de México con todas las prebendas y apoyos que eso conllevaba.
Además existía una comunidad española que pudo acogerlos y aunado al capital cultural y económico que tenían pudieron acomodarse en buenas posiciones dentro de la sociedad mexicana.
Con esto damos un salto a los últimos años, desde 2020, en donde la pandemia de COVID 19 creó una nueva dinámica alrededor del mundo con la posibilidad del trabajo a distancia. Durante esos años miles de nómadas digitales provenientes de diversos países se establecieron en la Ciudad de México con la posibilidad de ganar en dólares y gastar en pesos. Por primera vez en muchos años, la ciudad de Mexico recibió una gran cantidad de personas que no venían solo a turismo, sino a establecerse temporalmente o permanentemente en la ciudad.
Esto inicialmente causó roces con la población local de las zonas acomodadas en donde estos nómadas se establecieron, causando un aumento en el precio de las rentas y algunos servicios en estas zonas.
Sin embargo, no solo la inmigración de alto nivel económico se ve en la ciudad. Caravanas de migrantes venidos de Centroamérica y el caribe, que iban de tránsito hacia los Estados Unidos, comenzaron a establecerse en los alrededores de la Ciudad, comenzando en municipios conurbados del Estado de México, pero continuaron en la ciudad de México, esperando sus permisos de residencia.
Este fenómeno de la inmigración nos permite como capitalinos cuestionarnos dinámicas y formas de ver e interactuar con las personas y con la ciudad .La inmigración enriquece la cultura. Tanto habitantes como los gobiernos de la ciudad deben tener en cuenta que al igual que otras urbes del mundo la Ciudad de México es una ciudad multicultural.