El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, desmintió que hubiera existido un crematorio y una fosa clandestina en la frontera de la alcaldía de Iztapalapa y Tláhuac, así como tampoco hubo restos óseos humanos en la zona, como denunció la activista Ceci Flores el pasado 30 de mayo.
“Se hizo el recorrido, se encontró que no había ningún crematorio, tampoco había ninguna fosa clandestina y tampoco había restos humanos. Se encontraron algunos restos óseos, de acuerdo con los peritos, pertenecientes a animales caninos, a fauna canina. Eso fue lo que se encontró. Por lo tanto, era falso que hubiera desaparecidos, era falso que hubiera una fosa clandestina, era falso que hubiera un crematorio y era falso que hubiera restos humanos en esta zona”, declaró Martí Batres en la conferencia matutina del presidente López Obrador del 2 de mayo.
El jefe de Gobierno capitalino hizo una reconstrucción de los hechos, desde la denuncia de Ceci Flores en redes sociales, el despliegue de las diferentes dependencias capitalinas para hacer las pesquisas necesarias y la localización de las personas cuyas credenciales fueron localizadas en el área denunciada como una fosa o crematorio clandestino:
“El día de antier, esta señora, Ceci Flores, dio a conocer por las redes sociales que había encontrado una fosa clandestina, un crematorio, restos humanos y credenciales de personas que podían estar desaparecidas. Aunque no se buscó trabajar con las autoridades, inmediatamente, como esa información constituye lo que jurídicamente se llama “noticia criminal”, empezaron a trabajar inmediatamente la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX). Lo primero que se hizo fue encontrar a las personas cuyas identificaciones estaban en ese lugar. Un lugar ubicado en la frontera entre Iztapalapa y Tláhuac. Inmediatamente se encontró al menor, Álvaro “N”, cuya identificación aparecía ahí, era una identificación que, al decir de los padres, se había desechado como parte de material escolar que ya no se estaba usando. Y también se encontró a la persona, una mujer, Laura Angélica “N”, que era la titular de la credencial de elector que se había localizado y que dijo que la había perdido porque le habían arrebatado su teléfono donde tenía su credencial”.
Además, Martí Batres denunció que todo este episodio se trató de un “montaje frustrado”, cuyo fin era afectar al gobierno capitalino con fines electorales, con motivo del actual proceso electoral:
“Todo esto que sucedió entre antier y ayer corresponde a un movimiento político, es por la temporada electoral, se buscaba afectar al Gobierno de la Ciudad, dejar mal al Gobierno de la Ciudad, pero al verdad es que el Gobierno de la Ciudad, sus distintas dependencias, actuaron con rapidez, con eficacia, con profesionalismo, trabajaron muy bien, y dieron ] resultados inmediatamente. [...] Es entonces un montaje lo que vimos y podría decir, ya después de lo que sucedió, un montaje frustrado. Nosotros obviamente respetamos la labor, la auténtica, la de quienes trabajan por encontrar a personas desaparecidas, pero en este caso, lamentablemente, podemos asegurar que se buscó lucrar políticamente con el dolor humano y con una causa justa.”