Inició el segundo día del juicio a Genaro García Luna en Nueva York y se continuó con el testimonio de Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, en contra del exsecretario de Seguridad Pública del sexenio de Felipe Calderón.
En su declaración, El Grande confirmó las versiones sobre el secuestro de unas horas de Genaro García Luna a cargo de los Beltrán Leyva a principios de 2008. El motivo, de acuerdo con El Grande, fue por represalias dado que la Policía Federal estaba golpeando a los Beltrán Leyva mucho más que al Cártel de Sinaloa. Según El Grande, Arturo Beltrán Leyva le dijo a García Luna en su secuestro exprés antes de devolverlo a donde lo habían recogido: “Esto lo hago para que veas que para mi no hay imposibles”. Versiones de este secuestro circularon desde entonces en trabajos periodísticos de Ricardo Ravelo, y ahora fueron reforzadas por el testimonio de El Grande.
En sus declaraciones, Villarreal Barragán narró cómo ocurrió la ruptura entre los Beltrán Leyva, El Chapo Guzmán y El Mayo Zambada. El Grande informó sobre una reunión entre líderes de los cárteles en la que estuvieron presentes los Beltrán Leyva, líderes de Los Zetas y jefes del Cártel de Sinaloa, con excepción de El Chapo. En dicha reunión se dividieron el territorio con el objetivo de mantener la paz, aunque esta solo duró seis meses.
Una de las razones por las que se rompió la tregua, narró El Grande, fue que la Policía Federal empezó a atacar más al cártel de los Beltrán Leyva que a los demás, pese a que seguían fluyendo los sobornos millonarios, e incluso llegaron a detener a Alfredo Beltrán, alias “El Mochomo”, lo cual fue considerado como “la gota que derramó el vaso”.
Según el relato del testigo, Arturo Beltrán Leyva le había preguntado de qué lado estaba García Luna “¿De qué lado estás? ¿Con mi primo El Chapo o conmigo”, a lo que el exsecretario de Seguridad Pública habría respondido: “El problema es de ustedes, yo soy neutral”. Sin embargo, en opinión de El Grande, lo más probable es que García Luna trabajara para todos y de ahí facciones de la Policía Federal se fueron a un bando o a otro: “Él seguía trabajando para todos: El Mayo y El Chapo, pero también para Arturo [...] Hubo integrantes de la Policía Federal que se fueron de su lado y otros se fueron con Arturo [...] Fue una guerra muy violenta, todos nos empezamos a matar”, sentenció El Grande.
El Grande también declaró que no solo era la Policía Federal de García Luna la que estaba coludida con el crimen organizado, sino también el Ejército. Narró cómo Arutro Beltrán Leyva filtró información al Ejército para detener al Mayo Zambada – a quien culpaba por la detención de su hermano– pero miembros del Ejército vendieron esta información al capo del Cártel de Sinaloa y se frustró el intento.
En un segundo intento, el objetivo era detener a El Rey Zambada fue a través de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), donde varios capos de los Beltrán Leyva se disfrazaron de miembros de la SEIDO para participar en el operativo. El Grande narra que él mismo se puso el uniforme de la organización que entonces pertenecía a la Procuraduría Federal y participó en el operativo en el que detuvo al Rey Zambada en el 2008. “Le ordené a las personas de la Siedo que tomaran fotos de Rey y todos los detenidos”, dijo El Grande, ya que tenía miedo de que los contactos de El Mayo y El Chapo liberaran a El Rey Zambada o lo intercambiaran por alguien más.
El Grande también relató otro episodio en el que se iba a realizar un operativo en la boda de Edgar Valdéz Villarreal, “La Barbie”, en Acapulco para detener a los capos, pero finalmente el operativo se frustró porque filtraron la información a los capos. El Grande ironizó diciendo que la boda se hizo, pero no fue ni La Barbie.
Otra anécdota parecida, que muestra la colusión entre el crimen organizado y las autoridades del sexenio de Felipe Calderón, es aquella que relató El Grande, cuando decía que el Cártel de los Beltrán Leyva preparaban droga falsa para intercambiarla en decomisos pactados con las autoridades; sustituían paquetes de cocaína por mezcla de azúcar, harina, anís y otros ingredientes. Se llegaron a entregar 20 toneladas de cocaína falsa, según El Grande.
En otra parte de su testimonio, El Grande mencionó que García Luna apoyaba también a los cárteles y que incluso les proporcionó un contacto de Israel para intervenir en las comunicaciones y tener equipo de espionaje y contrainteligencia.
Por su parte, la defensa de García Luna cuestionó a El Grande para tratar de presentarlo como un tipo violento que cometió una serie de asesinatos y torturas.