Este 19 de junio se cumplen 14 años de la muerte de Carlos Monsiváis, uno de los intelectuales mexicanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI, quien a través de la crónica y el ensayo analizó la cultura popular mexicana, fue un activista a favor de los derechos de la comunidad LGBT y crítico de los gobiernos Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN).
Carlos Monsiváis Aceves nació el 4 de mayo de 1938 en la Ciudad de México, estudió en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) y en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y colaboró en múltiples medios impresos desde la década de 1960, como UnomásUno, Excélsior, Siempre!, La Jornada, Nexos, Proceso, entre otros.
Además, Monsiváis fue un prolífico escritor que a través de obras como Días de Guardar (1970), Amor Perdido (1977), Entrada libre. Crónicas de la sociedad que se organiza (1987), Por mi madre, bohemios (1988), Aire de familia (1995), Apokalipstik (2009), buscó reflejar y analizar la cultura popular mexicana a través de expresiones como la figura de José Alfredo Jiménez, la Zona Rosa de la Ciudad de México, la organización popular después del terremoto de 1985 en la capital, la histórica fotografía de Spencer Tunik de desnudos en el Zócalo. Estos y más episodios de la vida cotidiana fueron abordados por Monsiváis con un estilo único que reflejaba una intensa densidad de análisis, agudeza intelectual y frescura humorística para escapar de la solemnidad clásica de la academia.
En términos políticos, Carlos Monsiváis siempre fue un crítico de los gobiernos del PRI, del PAN y hasta del PRD, aliado de las luchas populares, como expresó su apoyo al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), una vez que decidieron dejar la lucha armada, a sindicatos independientes y movimientos populares.
Este activismo político se expresó en discusiones intelectuales, como la polémica que sostuvo con el escritor Octavio Paz entre 1977 y 1978, después de que el escritor autor de El laberinto de la soledad calificó como “jóvenes radicales” a escritores de la revista Siempre! y criticó a la izquierda mexicana por tener “mentalidad autoritaria”.
Monsiváis también fue un referente de la lucha por los derechos de la comunidad LGBT. Pese a que nunca reconoció abiertamente su preferencia sexual, con sus textos, manifiestos y denuncias visibilizó a la comunidad homosexual que no tenía espacios de representación en la cultura escrita.
Carlos Monsiváis falleció el 19 de junio de 2010 a causa de una insuficiencia respiratoria en el Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición, consecuencia de una fibrosis pulmonar.